Respirador artificial para el Gobierno

Editorial

Incomparable, así puede catalogarse lo que sucede en el gabinete del presidente Carlos Alvarado, pues en dos años de gestión 30 miembros han dejado sus puestos, la mayoría en medio de polémicas y ahora con el agraviante de que el país y el mundo entero sufren una pandemia.

Justamente ayer, tres ministros engrosaron la lista de dimisiones, Rodrigo Chaves, de Hacienda, quien apenas y se recupera de una cirugía por apendicitis; Nancy Marín de Comunicación, la que les grita a los periodistas, y Luis Adrián Salazar de Ciencia y Tecnología, dos de ellos eran crónica de una muerte anunciada.

Definitivamente, estas renuncias y despidos dejan en evidencia la falta de liderazgo del mandatario, no puede haber otra explicación a este desastre en el grupo de trabajo que se supone más cercano.

Si la cabeza del gobierno está mal, el resto no podría estar mejor, pese a los esfuerzos que hagan los jerarcas en las instituciones donde fueron asignados. No hay un estratega al frente del Poder Ejecutivo, lo que hay es una persona dando tumbos, sin un rumbo definido, que posiblemente trabaja bajo la mecánica de la prueba y el error, pero se le olvida que este es un país con 5 millones de habitantes y su pésima gestión nos hace tambalear a todos.

También es cierto que un gobernante no es el responsable directo de todo lo que sucede o deja de suceder, pues es material y humanamente imposible centralizar las decisiones, pero sí es una verdad que su capacidad de administrar es nula.

Dice don Carlos que estas salidas obedecen a un refrescamiento del gabinete, algo absurdo desde todo punto de vista, pues el ministro de Hacienda apenas y tenía 6 meses en el cargo.

Debería ser más sincero y decirle a su pueblo que no estaba dispuesto a sacrificar su caudal político socándose la faja como tantas veces le han advertido, por algo el mismo exministro se dejó decir que estos son momentos para ser patriota y no político. Claras fueron esas palabras.

El mandatario no sabe ni lo que quiere, descredita a su gente de confianza y peca de imprudente, esto del refrescamiento es una más de esas excusas rebuscadas que llevamos dos años escuchando.

Alguien de los que le hablan al oído al Presidente le habrá dicho que al menos por elegancia y respeto las zafadas de tablas en el equipo de gobierno restan créditos, demuestran incongruencia, pero más que eso, son una inmadurez que no puede permitirse un presidente de la República, a menos que sea un hecho grave que así lo amerite. Los trapos sucios se lavan casa adentro.

Esa forma intempestiva de ridiculizar a las manos derechas es la muestra de la improvisación de su administración del bicentenario. Algo así como un personaje mexicano cuando expresa “a como digo una cosa digo otra”.

En cuanto a la salida de la Marín, parece que estaba en baño maría desde la UPAD, era algo previsible desde hace meses, poco favor hizo esta señora a ese ministerio, por el contrario, su carencia de experiencia, su amiguismo con el Presidente y su poca capacidad política la llevaron a querer tapar con un sol las torpezas de Casa Presidencial.

Marín parecía más una guardaespaldas -pero sin arma en el cinto- de Carlos Alvarado que su ministra, a ella hay que reconocerle las pésimas relaciones que cultivó con los medios de comunicación, que una vez y otra también se vieron insultados, coartados e invisibilizados por sus caprichos.

Una ministra de Comunicación que nunca pudo revertir el caos comunicativo que acompaña a don Carlos desde el primer día de gestión, así como tampoco pudo manejar el equipo de 24 profesionales ultra bien pagados que tienen en esa área.

Y en cuanto a Luis Adrián Salazar, uno más de los elegidos en el gobierno de unidad, se le metió al toro y lo corneó, pues en medio de esta campaña de asistencialismo que están forzando, decir que no le tocaran la plata de Fonatel fue cuchillo para el propio cuello.

Pero, además, el almacenaje de recursos de este fondo y la desvergüenza de quienes lo custodiaban no tiene precedentes. Se diseñó para disminuir la brecha digital y estaba jugando con el costo social que eso implica.

Y esto del espionaje ciudadano tampoco le favoreció y menos usando aplicaciones de la CCSS.

En medio de esta pandemia hay lago más que claro, plata engavetada había, pues de otra manera no hay cómo explicarse tanto desvío de fondos para dar los bonos Proteger.

Tal es el asunto que hasta se valora y ya lo anunciaron una segunda tanda de ayudas, eso solo puede significar dos cosas o nos vamos a quedar en fustanes y manos arriba cuando todo esto pase, o hemos estado engañados por años con esto de que Costa Rica está quebrada.

Si por la víspera se saca el día y el presidente Alvarado quiere refrescarse, entonces podríamos pensar que varios más tendrán sus días contados en el gabinete, pues ya llevan bastante tiempo sin hacer mucho por sus carteras.

Esto de los nuevos aires no es más que la reafirmación de que Carlos Alvarado y su gabinete ocupan respirador artificial.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Viernes 29 Mayo, 2020

HORA: 12:00 AM