El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) ya alcanzan arreglos de pago con los abonados de mayor consumo por un monto de ¢4.700 millones.
Este dato procede de las facturaciones de los meses de marzo, abril y parte de mayo en todos aquellos clientes con un consumo que se considera elevado, el cual se define por un registro de 2 mil kilovatios hora (kWh) en el caso de ambas entidades.
Visto desde otra perspectiva, la cantidad de clientes que optó por este mecanismo fueron 1.167 que, en el caso del ICE, provienen de los 12 mil que presentan un índice de consumo masivo.
Mientras tanto, para la CNFL es una acción que cobija a 700 casos que acudieron a las opciones activadas por las dos instituciones en cuestión con miras a solventar parte de la problemática generada entre los clientes que tuvieron algún grado de afectación producto del freno en la actividad económica ocasionada por la pandemia de la Covid-19.
“Todo esto resulta parte de una situación verdaderamente atípica y cambiante que evoluciona día a día, porque no es igual a otras eventualidades. Por ejemplo, el caso de un huracán, que si bien puede generar afectación hay mayor seguridad sobre a partir de cuándo reiniciar. En este caso, estamos aún en ascuas de adónde nos va a llevar la situación”, externó José Pablo Arguedas, director de Negocio y Comercialización del ICE.
Estos mecanismos de apoyo a los abonados de ambas entidades se hicieron necesarios porque todos los clientes que ingresaron en los programas pertenecen al sector productivo, con actividades disminuidas o frenadas del todo como causa de las medidas sanitarias que aplicó el Gobierno de la República.
“Esta facilidad de pago extraordinaria que otorga la CNFL y otras empresas distribuidoras es justamente para que a cada sector que se ve afectado le sirva como elemento de consideración. Valga decir que no solo nosotros sino también bancos, la propia Caja Costarricense de Seguro Social o el Ministerio de Trabajo, con la aceptación en la reducción de jornadas, entre otros”, comentó Adán Marchena, subdirector comercial de la Compañía.
IMPACTO FINANCIERO
Tanto en el ICE como en la CNFL reconocieron que la aplicación de este mecanismo significa un impacto financiero considerable para las instituciones en cuanto a sus actividades, porque significa tomar dineros de los flujos de caja para sostener las operaciones de servicio eléctrico.
“En Costa Rica la demanda eléctrica lleva una caída generalizada de casi un 6%, es decir, para estos meses de Covid esa es la cantidad menos de petición de energía en relación con los mismos meses del año anterior. Esto significa que en definitiva vamos a tener un golpe importante, por lo cual somos cuidadosos al aplicar la mecánica de los arreglos de pago”, amplió Arguedas.
Entre tanto, Marchena afirma que respecto a esta situación hay una esperanza, la cual resulta de que, en efecto, los distintos clientes se comprometan con la institución de pagar las facturaciones de arreglo que se hizo para con ellos.
METODOLOGÍAS
¿Cómo funcionan las metodologías de aplicación de los arreglos de pago? En el caso de ambas instituciones afirman que su accionar procede a partir de que el abonado demuestre tener una afectación ocasionada por causa de la pandemia de la Covid-19 que se pueda documentar.
De acuerdo tanto con Arguedas como con Marchena, la esperanza de ambas empresas es empatar los estados financieros al cierre de 2020, siempre y cuando cada uno de los clientes pague las facturaciones pendientes.
Según indicaron, pese a todo, esta facilidad no tuvo una alta demanda y son clientes específicamente de zonas como Puerto Viejo, Puntarenas, que tienen como suplidor al ICE además de 628 clientes comerciales de la CNFL junto a 75 clientes industriales.
Asimismo, en el tema de los servicios, mediante una comunicación que envió el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) el pasado 14 de mayo, cuando se retomaron las lecturas de medidores en campo, había 876 arreglos de pago, aunque al cierre de edición no lograron brindarnos el detalle sobre el impacto financiero para dicha entidad pública.
