Como parte de la labor que realiza el Servicio Nacional de Guardacostas, a fin de hacer cumplir las directrices sanitarias del Ministerio de Salud para prevenir contagios por Covid-19, un yate turístico que sobrepasaba la mitad de su capacidad de pasajeros enfiestados a bordo fue devuelto a Puntarenas.
La embarcación de nombre “Navigator Pone”, se encontraba anclada frente a la isla San Lucas, en el Golfo de Nicoya, tenía 26 personas a bordo, entre ellas la reconocida modelo Melissa Villalobos Zamora, quien estaba en compañía de dos colombianos con refugio en nuestro país, una persona con expediente por homicidio y una mujer que registra un vehículo marca Porsche a su nombre.
A cada uno de los pasajeros se le notificó que estaban incumpliendo la orden sanitaria del Ministerio de Salud en cuanto a evitar aglomeraciones de personas, luego de lo cual dicha cartera fue informada al respecto.
Por ello, tras solicitar la dirección funcional a la Fiscalía de Puntarenas para realizar una revisión más profunda de la nave, al mando de un hombre de apellido Álvarez y la tripulación apellidada Farrier y Moya, el yate fue escoltado hasta la subestación de Guardacostas de Puntarenas.
Además, durante una exhaustiva inspección de la nave, que tiene el certificado de navegabilidad al día y el cual vence el 30 de octubre de 2020, los guardacostas encontraron 10 gramos de marihuana, la cual estaba escondida por los controles del barco y alrededor de ¢2 millones en efectivo, así como diferentes botellas de licor y cervezas.
SIN CHALECOS SALVAVIDAS
Pese a que la embarcación contaba con los implementos y equipos de seguridad requeridos, a la hora de ser abordada por el personal del Guardacostas, descubrieron que los pasajeros, entre estos una persona menor de edad, no tenían debidamente puestos los chalecos salvavidas.
Por lo anterior tanto al capitán del yate, de 375 caballos de fuerza y bandera tica, como a los pasajeros se les hizo ver la obligatoriedad de mantener colocados dichos implementos de seguridad, pues no basta con llevarlos a bordo, ya que en caso de una emergencia se pondría en riesgo la vida de dichas personas, pero la pachanga era tal que esos dispositivos resultaban incómodos para los enfiestados.
El propietario fue identificado como de apellido Mora, de nacionalidad costarricense, no iba a bordo de la embarcación de la empresa Pacific Yacht Charters S.A., quien tiene su domicilio en Escazú, sin embargo, trascendió que en Herradura tiene la base de operaciones y en Jacó mantiene una oficina donde venden tours.
Los pasajeros tuvieron que abandonar la nave y terminar así su fiesta loca y se les advirtió: en caso de que vuelvan a incurrir en estos hechos serán llevados ante el Ministerio Público por desacato a la orden sanitaria.
