El combustible que se necesita para poner en funcionamiento el ferry con el que se pretende solucionar el transporte de mercancías ante el cierre de fronteras aplicado por Nicaragua podría encarecer de forma importante las operaciones.
DIARIO EXTRA dio a conocer en su edición del pasado 22 de mayo que ya el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) tenía conversaciones algo adelantadas con una naviera de capital español para el traslado de mercancías de exportación nacionales a los territorios del triángulo norte de Centroamérica mediante un ferry entre puerto Golfito y puerto La Unión en El Salvador.
Sin embargo, ya en ese momento se mencionó que un aspecto complicaba la gestión para operar el enlace entre ambas naciones: la disponibilidad de combustible.
Este lunes, El Periódico del Pueblo logró comprobar que, aunque se decía que el IFO380, hidrocarburo necesario para la operación de la embarcación, sí puede producirse en la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), su disponibilidad podría ser de baja rentabilidad tanto para la naviera como para los empresarios exportadores.
“Los IFOS son fundamentalmente mezcla de aceites, para explicarlo en sencillo es una especie de diésel más pesado. No es nada del otro mundo y acá está la mezcladora. En el departamento de petroquímica pueden hacer la mezcla”, explico José Miguel Masís, director ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible.
El, pero del asunto estará en la frecuencia de viajes y el tiempo en que se autorice el traslado, pues si es solo por COVID 19 la posibilidad es menos viable.
BAJA DEMANDA
Según cálculos preliminares, cada una de estas embarcaciones tiene un consumo de 225 litros por hora, para un viaje de 16 horas se requieren aproximadamente 7 metros cúbicos. Esto daría un promedio de 30 metros cúbicos al mes y 360 al año, algo que parecería poco.
El caso es que la importación de diésel a Costa Rica es una operación con altos costos, pues las características de azufre presente en el hidrocarburo hacen que tenga que ser menos contaminante, acá se usa diésel 50, mientras El Salvador aún usa diésel 5000.
Dicho lo anterior la producción de combustibles tipo IFO en el país podría encarecerse, y la demanda para el producto sería poca. Según comentó Masís, en los reportes de ventas de Recope aparece que en el 2010 se vendieron de este activo 29.890 metros cúbicos, y en el 2015 (última fecha con registro de venta) 807 metros cúbicos.
“No es un producto de alta demanda versus, por ejemplo, otros productos en estaciones. Esto pasa mucho también con el asfalto, que es secundario para Recope en cuanto a producción y distribución”, indicó Masís.
INCREMENTO COSTOS
La insistencia de tener un ferry para conectar Centroamérica por vía marítima es una idea de todo menos nueva, para la Cámara Costarricense de Navieros (NAVE) no puede ser una opción que se pondere solo en los tiempos de crisis.
“El temor que siempre existe con el ferry es que el país lo necesita y lo manifesté en su oportunidad en distintos foros, solo cuando se da una situación de estas de bloqueo o imposibilidad para transportar en Centroamérica toda la gente empieza a presionar con el ferry, pero con las fronteras abiertas a todo mundo se le olvida el tema”, manifestó Edgardo González, presidente de NAVE.
El representante de los intereses del sector naviero coincide que en efecto a parte de la distancia, Golfito presenta otra dificultad, que es la disposición de combustible en dicha localidad.
“Estamos claros que el combustible es más caro que en muchos países de la región, adicionalmente imagino que en Golfito habría que llevar una barcaza para suplir de combustible y eso va a encarecer el costo de la operación, dado que hasta Golfito no llega el poliducto, entre otras particularidades”, amplió González.
PIDE SOLUCIÓN
El Periódico de Más Venta en Costa Rica buscó a la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), uno de los principales impulsores de la idea de establecer la conexión entre Costa Rica y El Salvador mediante un ferry.
Su presidenta Laura Bonilla insiste en que se deben buscar soluciones para que se genere una verdadera conexión comercial ante un problema en frontera norte que no presenta solución.
“Nosotros insistimos en el llamado de que en miras a que esta situación podría presentarse de nuevo, lleguemos a una solución rentable tanto para el operador del ferry como para los exportadores para que siga como habitual el uso de este”, comentó Bonilla.
La propia representante del sector exportador reconoció que ante la apertura de fronteras si bien es cierto muchos regresarían a la normal operación por tierra, asegura que debe medirse el costo beneficio con aspectos como la seguridad y el tránsito; además insistió en que sí se requiere una tarifa competitiva.
