Una funcionaria de La Reforma de apellido Sorio fue sacada de ese centro penal y reubicada en otro, luego de que oficiales de la Policía Penitenciaria la detuvieran cuando intentaba introducir 1 celular, 1 cargador y 2 tacos de marihuana.
La oficina de prensa del Ministerio de Justicia confirmó el traslado de la secretaria y mencionaron lo siguiente: “Con base en una recomendación de la Asesoría Legal dirigida a la Dirección General de Adaptación Social, la directora interina y Viceministra de Justicia, Viviana Boza Chacón, emitió una medida cautelar a fin de ubicar a la funcionaria en un espacio laboral diferente al que estaba asignada cuando sucedieron los hechos.
El traslado es de carácter temporal y podrá mantenerse hasta que se resuelva, de manera definitiva, el procedimiento administrativo de fondo, por lo que se dispuso la reubicación temporal, a partir del lunes 25 de mayo, en la Escuela Nacional de Capacitación Penitenciaria, donde deberá realizar funciones que corresponden a su puesto.
La decisión le fue comunicada a la funcionaria mediante el Departamento de Gestión del Recurso Humano”, puntualizaron.
PRESIÓN HIZO EFECTO
Funcionarios de la cárcel La Reforma estaban furiosos y desmotivados porque las autoridades de Adaptación Social habían decidido negarse a sacar del centro penal a Sorio, quien es investigada a lo interno al descubrírsele introduciendo droga a la cárcel.
Luego de que DIARIO EXTRA la captara caminando por las calles de la principal prisión de nuestro país, el director del ámbito D habría solicitado a sus superiores que la quitaran de ahí, tras la presión de algunos de los trabajadores.
Sorio fue removida, aunque siempre del mismo reclusorio, a la dirección del centro y trabajaba con Wilman, el director, en el segundo piso, donde permanecen los privados de libertad, por lo que no solo tenía relación con dos, sino con más reclusos.
En dicho sector, la funcionaria al parecer se encargaba de la correspondencia del centro, donde llegan los reos a recoger y a distribuirla por diferentes ámbitos de La Reforma.
Sin embargo, trascendió que, en la misma zona, pero el piso de abajo, permanece un recluso de apellido Santos, a quien relacionan con la investigación que enfrenta Sorio, por lo que algunos colaboradores consideraban que había un riesgo para la seguridad institucional al tener a ambos así de cerca.
FUNCIONARIOS ENOJADOS
Un grupo de trabajadores del centro, incluyendo el personal de seguridad que hizo el decomiso, aseguraron estar furiosos por la decisión de los jerarcas de mantenerla en dicho sector, mientras se da la recopilación de la prueba, al considerar que a la funcionaria no se le dieron medidas cautelares y hay pruebas para que este hecho fuera tomado con seriedad por parte de las autoridades ministeriales y así no se expusiera a ninguna de las partes.
