Nuestros grandes soldados agrícolas
Karen Dondi V.*
Ahí estaban y están, el sector agrícola costarricense, minimizado durante años, y el cual ha tocado las puertas de los distintos Gobiernos de turno, de los políticos, de los empresarios y hasta del consumidor. Hoy, con la crisis mundial del COVID-19, han demostrado que son un sector fundamental en la sociedad costarricense.
Desde las distintas organizaciones agrícolas, este sector en Costa Rica ha tratado de llamar la atención de las autoridades, desde legisladores, mandatarios y demás, con el fin de recibir el apoyo no solo económico, sino moral y hasta espiritual que necesitan para sobrevivir y llevar de comer tres veces al día a la población. ¿Por qué espiritual? El ser agricultor es un acto de entrega total a la tierra para que ella produzca frente a las adversidades del clima y del sistema.
Agricultores y agricultoras que he entrevistado en varias oportunidades me han mencionado que deben ser además los mejores ambientalistas, porque cuidan la tierra para que sea generosa y les tienda la mano productiva.
Un productor es un empresario también, y uno de los grandes, por menos hectáreas o ganado que tenga, es una figura que tomada en cuenta nos puede dar las mejores sorpresas de avance a nivel mundial. Hoy lo demuestran, resultan tan competitivos que comprenden uno de esos grupos de soldados que están ayudando a las personas que vivimos en Costa Rica y en esta crisis; han demostrado que, pese a que no los tenían en las agendas políticas en los primeros lugares, son un orgullo para el país.
A estos hombres y mujeres que están poniendo sus manos, sus brazos, su cara y su cuerpo para defender la vida con el alimento que producen, me enorgullece felicitar, desde el lechero que inicia a las 3 de la mañana hasta los horticultores, ganaderos, productores porcinos, cafetaleros, bananeros y, en fin, a todo este sector con el cual he compartido y en el cual he creído.
Creo también en ese relevo generacional que necesitamos, esos jóvenes que queremos sean los productores y productoras modernos del mañana que ayuden a continuar con el legado de sus padres. Hoy muchos de esos muchachos son esos soldados que están representando a sus padres y madres mayores de 60 años que deben estar en sus casas y no en sus fincas. Dios quiera que esta lección de competitividad del sector agro, sea tomada en cuenta por las autoridades de hoy y del mañana.
Costa Rica urge de políticas más firmes en materia de seguridad alimentaria, es un urge hoy, no ahí veremos. Necesitamos producir lo que consumimos, necesitamos atender a nuestra población, necesitamos ser guerreros en tiempos crisis. Gracias, productores y productoras.
*Periodista agropecuaria
