Las autoridades del Ministerio de Justicia y Paz informaron que de conformidad con la situación de emergencia que vive el país ante el impacto del Covid-19 se prolongará el cierre de los centros penitenciarios.
Pese a la negativa de que familiares y parejas de los reclusos los visiten, el ingreso y salida de escuadras de oficiales de seguridad y personal administrativo de las diferentes cárceles del país ponen en riesgo a los propios reos, lo cual los mantiene furiosos alegando que la decisión no es pareja.
Hace tres semanas se suspendió visita íntima y general para los presos, quienes argumentan que el personal los expone.
Además la restricción desencadena riñas y la escasez de droga pone en riesgo la seguridad institucional, la sana convivencia y la integridad física.
Algunos funcionarios que por temor a represalias solicitaron no revelar sus nombres aseguraron que los reos tienen razón y deberían suspender todo ingreso y egreso a los centros penales, sin embargo algunos de sus allegados no cumplen con la distancia de 2 metros mientras hacen fila para dejar las encomiendas.
SE ARMAN
DIARIO EXTRA supo que los privados de libertad de La Reforma se organizaron para efectos de comprar a través del comité de privados y destinaron al menos ¢10 millones en la compra de jabón, desinfectante, cloro y alcohol para ellos mismos y sus parientes.
Los reclusos no quieren padecer el virus, ellos mismos han limpiado y lavado sus módulos en coordinación con la seguridad, pero eso sería insuficiente si el personal técnico y administrativo sigue laborando; inclusive les quitaron las vacaciones, lo que ha generado malestar.
No se descarta que los reclusos se amotinen la próxima semana, por lo que los oficiales carcelarios permanecen atentos a cualquier gresca.
El área de visitas íntimas de las mínimas fue acondicionada para poner en cuarentena a los apremiados que ingresen a partir de este jueves a prisión, mientras el personal está desgastado emocional y laboralmente.
Hay muchos rechazos en valoraciones, reportes, pruebas para resolver, trabajadores diezmados.
Se considera una bomba de tiempo todas las cárceles del país.