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Espectáculos

Poder antioxidante de miel y mora ayuda a prevenir cáncer

Pocas enfermedades evocan tantas emociones como la palabra cáncer. Su incidencia ha hecho que casi todos, ya sea por amistades o miembros de la familia hayamos tenido una batalla con algún tipo de cáncer.
El pasado 4 de febrero, en la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, la Caja Costarricense de Seguro Social señaló que la posibilidad de llegar a tener cáncer en nuestro país es una de cada cinco personas. Añade la publicación de la CCSS que uno de cada tres cánceres se puede prevenir con hábitos saludables, entre ellos el consumo de frutas y verduras.
La prevención dietética del cáncer a manera general se ha centrado en aspectos básicos como lo son:
1. Incrementar el consumo de fibra.
2. Mantener un consumo adecuado y variado de frutas y vegetales.
3. Consumo moderado de alcohol.
4. Consumo moderado de sal.
5. Reducción del consumo de grasa.
6. No dietética pero fundamental: aumentar la actividad física moderada.
Desde la alimentación, se conoce desde hace años que el consumo adecuado y diario de frutas y vegetales, puede prevenir en algunos casos hasta un 70% la mayoría de riesgos de cáncer; así también se ha encontrado relación entre alto consumo de alimentos y su relación con la incidencia de cáncer, un caso muy conocido es el de consumo de embutidos en más de 3 veces a la semana con el cáncer colorrectal.
La relación entre cáncer y alimentos está altamente definida, la principal prevención viene desde los antioxidantes de los alimentos, presentes principalmente en las frutas. Siendo Costa Rica un país privilegiado en el acceso, disponibilidad y variedad de estos alimentos, es triste cuando se sabe, que según las encuestas de Nutrición de nuestro país, el consumo de frutas no alcanza a 3 raciones a la semana en la mayoría de la población tica.
Las reacciones y caminos que llevan a la alteración de la célula, desencadenando respuestas cancerígenas, son neutralizadas por los antioxidantes, de ahí su importancia.
Un antioxidante muy conocido son los flavonoides de la miel que están presentes como aglicones, debido a la presencia de algunas glucosidadas derivadas de las glándulas salivales de las abejas, que contribuyen a hidrolizar estos compuestos, aumentando su biodisponibilidad.
En 40 voluntarios sanos que consumieron 1,5mg/kg de miel, la capacidad antioxidante total y el contenido fenolico total aumento 2 horas después de la suplementación y permaneció alto durante 6 horas, lo que sugiere que la biodisponibilidad de estos compuestos fenolicos es bastante alta, dentro de las células sanguíneas o en los hepatocitos (células del hígado). Se ha demostrado también que puede disminuir los niveles Intracelulares de ROS, el daño oxidativo de proteínas, lípidos y la tasa de apoptosis, así como mejorar la funcionalidad mitocondrial y las actividades enzimáticas antioxidantes y promover la cicatrización de heridas activando la vía AMPK-Nrf2.
La ingesta oral de miel ha demostrado reducir los niveles de los principales marcadores inflamatorios e infiltración celular.
Una recomendación es la inclusión de un batido de bayas o frutas del bosque como la mora, frambuesa, arándanos. En nuestro país se encuentran variedad de mezclas congeladas en los supermercados. Es importante recordar que los congelados que llevan un proceso adecuado con disminución rápida de la temperatura, conservan en muchos casos mucho mejor los nutrientes, esto debido que son frutas cortadas en su punto máximo de maduración y por lo tanto de disponibilidad de nutrientes. De comprar en ferias, debemos buscar que sean producidas lo más cerca de donde vivimos, para asegurarnos que no hayan sido cortadas con mucha antelación, y estén lo más frescas posibles. Debemos cuidar también que hayan estado lo menos expuestas al sol posible, debido a que esta exposición disminuye su concentración en la fruta o vegetales.
En nuestro país tenemos las moras, con un poder antioxidante altísimo. Estudios nacionales han comparado el poder antioxidante de una bebida de 120ml de jugo de mora con el más famoso antioxidante, el resveratrol de la uva, encontrándose un poder antioxidante similar. Así es la mora, esa fruta que ha ido quedando en el olvido de la culinaria tica.
Y es así con variedad en la alimentación que le brindamos a nuestro cuerpo la capacidad antioxidante, es decir la capacidad de luchar diariamente contra el cáncer.
En los años recientes dentro de la comunidad científica ha tomado más relevancia la frase escrita por Hipócrates siglos atrás, y que encierra gran sabiduría: “que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”.
Por esta razón se ha incrementado el análisis de aquellos componentes de los alimentos que tienen una función medicinal beneficiosa para el cuerpo humano, adquiriendo relevancia los llamados nutraceúticos. Como explican D Arora y S, Jaglan en su publicación al respecto, muchos de estos nutraceúticos previenen la progresión del cáncer regulando la señal de traducción de las células, que es fundamental para el desarrollo de la enfermedad.
Recordemos que, es un conjunto de factores los que van a generar la prevención del cáncer, por ejemplo, se ha encontrado que la obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo para el cáncer de mama; por lo que la invitación es a llevar un estilo de vida saludable.

*Colegio de Profesionales en Nutrición

PERIODISTA:

CRÉDITOS: Dra. Karla SolÍs Mora*

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Lunes 17 Febrero, 2020

HORA: 12:00 AM

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