El Banco BCT prestó ¢10.275 millones a cuatro partidos políticos en la campaña electoral del 2018.
El financiamiento por medio de la figura del fideicomiso (figura avalada por el Tribunal Supremo de Elecciones) permitió a esta entidad financiera privada entregar al Partido Acción Ciudadana (PAC) ¢2.200 millones, al Partido Liberación Nacional (PLN) ¢4.400 millones, a la Unidad Social Cristiana (PUSC) ¢3.375 millones y al Frente Amplio (FA) ¢300 millones.
Producto de los intereses de dichos préstamos el BCT obtuvo una ganancia de ¢1.879 millones y más de ¢106 millones en pago de comisiones.
El otro banco que también sirvió para financiar la campaña electoral pasada, donde Carlos Alvarado resultó electo presidente, fue Promérica.
Esta entidad financió al Partido Restauración Nacional (PRN) por un monto de ¢3.129 millones y al Movimiento Libertario por ¢220 millones.
Promérica tuvo ganancias por intereses cobrados por más de ¢467 millones y ¢22 millones por comisiones. Aunque perdió en el caso del Libertario ya que esta agrupación no tuvo derecho a la deuda política.
En total, estos dos bancos privados financiaron la campaña política por un monto de ¢13.624 millones.
La información la dio a conocer en sus redes sociales el abogado penalista Juan Diego Castro y este medio tuvo acceso a la documentación oficial entregada por el TSE.
ENTIDADES
FISCALIZADAS
Castro cuestionó al TSE sobre si existe una verificación en el origen de estos recursos que los bancos aportan a los partidos.
El abogado cuestiona al dueño del BCT Leonel Baruch, exministro de Hacienda, de dónde salieron los más de ¢10 mil millones.
“¿Quién puso esos ¢10 mil millones para comprar nuestra democracia?”, se cuestionó el abogado penalista.
En este tema, la respuesta de Ronald Chacón, jefe del Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos, en el oficio entregado a Castro se indica que “los partidos políticos pueden acceder a los recursos derivados de negocios jurídicos o actividad económica privada de carácter lícito, entre ellos, los créditos que formalicen, sean con terceras personas o con bancos públicos o privados”.
Debido a que los ingresos de los partidos resultan insuficientes para cubrir los gastos de las campañas electorales deben recurrir a créditos bancarios, eso sí en algunos casos con altos intereses o bien altas garantías.
¿Hay seguridad que esos dineros son lícitos? El TSE se respalda en la supervisión a la que son sometidas las entidades bancarias.
“Debe considerarse que las entidades bancarias se encuentran sujetas a los controles que ejerce la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF), por lo que la fiscalización relativa a la composición de los fondos que los bancos comerciales del Estado, así como los bancos privados pongan a disposición para el otorgamiento de créditos, se encuentran bajo la supervisión de la Sugef, siendo dicha entidad la encargada de fiscalizar sus operaciones y actividades, incluyendo sus flujos de capital financiero”, indica el TSE en la respuesta dada a Castro.
“Costa Rica tiene que saber quién compró la democracia, quién compró a los partidos políticos y las conciencias de este país. Este es un negocio vil que ha sido alcahueteado y fomentado por Antonio Sobrado y su argolla en el TSE”, señaló el abogado penalista.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
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Sábado 15 Febrero, 2020
HORA: 12:00 AM
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