Viernes 10, Mayo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Continuemos siendo diferentes, respetemos la vida

María Cecilia Dobles Yzaguirre

Los voluntarios de la Funima, desde hace años, colaboramos para ayudar a familias y mujeres vulnerables, sobre todo embarazadas y deprimidas por su estado. Las que solicitan ayuda provienen de diversos estratos sociales, condiciones familiares y estados de ánimo. A menudo expresan sentirse abandonadas, agredidas, no saben cómo ser madres o no tienen apoyo de la familia o del progenitor. Sus situaciones son individuales, cada una tiene la suya y es única, pero nos inquieta algo que se repite en los pensamientos expresados: el deseo de que le hagan un aborto sin realmente saber de qué se trata. Ofrecer una salida “atractiva” y “fácil”, que en apariencia remedia una situación incómoda presente, sin pensar en lo que sigue, no parece ser solución adecuada. En la divulgación clandestina se presenta como si fuera solo tomarse una pastilla y esperar una menstruación más abundante de lo normal, o parecido a sacarse un lunar, sin consecuencias; nunca se da a conocer bien el hecho y sus implicaciones. 

La situación cambia cuando se informa en detalle sobre el aborto y ellas pueden decidir con criterio. Después del parto, las madres han manifestado que han sentido una alegría imposible de explicar; tomaron la mejor decisión. Nos importan los bebés y las madres, queremos ayudar a que valoren la familia como la primera escuela para que los niños lleguen a ser personas de bien. Por eso ahora nos cuestionamos: Si alguna de las mujeres que podríamos apoyar no acudiera a la Funima y, carente de información, decidiera solicitar un aborto en un hospital, porque se siente afectada en su salud emocional. ¿Sería atendida? La Norma Técnica que reglamenta el artículo 121 del Código Penal y que se refiere al aborto impune, parece que lo propicia. No solo se incurriría en un mayor gasto de los recursos de la seguridad social y una considerable y obligada mayor ocupación de los médicos, sino que además podría resultar peor el “remedio”, de aprobarse la “interrupción del embarazo” para esa mujer, que el embarazo mismo. Una solución excelente, en caso de rechazo del bebé, generalmente excepcional, es poder dar en adopción al recién nacido, según el Patronato Nacional de la Infancia, que procura un mayor bienestar del niño y de la madre que toma la decisión informada.

La norma tiene portillos mayores al espíritu legislador del 121 para el aborto impune. He aquí algunos aspectos, sin pretender agotar el tema: a) Se abre la posibilidad de que la paciente pida una “interrupción del embarazo” (Art.7.2, 7.4 y 7.5), independientemente del criterio médico quirúrgico. Se podría involucrar, por ejemplo, a otros profesionales hospitalarios: psicólogos, trabajadores sociales o psiquiatras, por sentir que el embarazo la tiene muy deprimida y estresada, o por situaciones de marginalidad, pobreza o abandono. b) No se apunta a salvar las dos vidas, no se nombra al bebé, es un “producto” (Art. 7.7), no una persona, su vida no parece tener valor, ni siquiera como menor (Art. 10.11). c)Tampoco se ocupa de limitar el período de gestación para realizar un aborto impune; se podría deducir que valdría para cualquier mes del embarazo ¿hasta casi nacer? (Ningún artículo). d) Se excluye de los procesos a los médicos que hayan manifestado su objeción de conciencia sobre abortos innecesarios (Art. 9.2) dejan decisiones de vida o muerte, solo en manos de los que no tengan objeciones. Nada más alejado de la imparcialidad de una comisión decisoria. e) No se estableció dar la información a la mujer sobre lo que significa “interrupción del embarazo”, es decir aborto (Art.10-6). Se multiplicarán los errores y las demandas posteriores que pagaremos todos en la seguridad social. f) Se excluye explícitamente la emergencia obstétrica (Art. 6.4) ¡Pero si es la razón de ser del artículo 121 que pretenden regular! Esto reafirma que los médicos lo están haciendo bien y la norma está sobrando.

Que la Comisión Interdisciplinaria de la Caja Costarricense de Seguro Social, recién nombrada para detallar procedimientos sobre la norma, halle fundamentos médicos, legales y éticos que puedan establecer protocolos de respeto e información hacia las mujeres sobre lo que es un aborto. Se podría evitar así una avalancha de reclamos posteriores sin precedentes hacia la seguridad social. Una sociedad democrática protege la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural, como reza nuestra Constitución Política. Si propiciamos que una madre aborte impunemente, sin motivos de vida y de salud suficientemente justificados, ya sea influenciada o por propia y desesperada decisión, no solo perdemos el sentido fundamental del valor de la vida, sino que otra vida será sacrificada, con consecuencias psicológicas, serias e impredecibles para la propia madre. Como círculo vicioso, ella volverá a la seguridad social. Así, ¿qué impediría que en Costa Rica nos continuemos matando unos a otros, como está pasando en carreteras, o por drogas, violencia intrafamiliar o delincuencia? ¿Seguiremos incentivando procedimientos no deseables para la sociedad? Esperamos que la comisión interdisciplinaria pueda encontrar salidas prácticas a las imperfecciones de la norma. Propiciar el respeto a la vida y a la convivencia pacífica es lo que deseamos.

 

*Fundación por el Niño y la Madre (Funima)

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Sábado 18 Enero, 2020

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA