La Cancillería informó este viernes, después de las denuncias realizadas por DIARIO EXTRA, que Elayne Whyte Gómez, embajadora de Costa Rica ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, renunció a su puesto.
La embajadora permanecerá hasta el 29 de febrero en ese país europeo.
Por ser diplomática de carrera, Whyte tiene el chance de rotar al servicio interno; es decir, trabajar para la Casa Amarilla desde San José.
El anuncio de su salida se da a conocer luego de que este miércoles El Diario del Pueblo revelara la supuesta situación que se vive en la misión, donde hay serias denuncias sobre acoso laboral, psicológico, aparente espionaje y hasta violencia.
Lo anterior se basa en un estudio de clima organizacional de la misión en cuestión (MCJ-GRHS-01-2019), con fecha de setiembre de 2019.
SALIDA
De acuerdo con el boletín del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MREC), Whyte solicitó “la rotación según la normativa aplicable a la carrera del Servicio Exterior de la que soy parte, para cuyo efecto presento la renuncia a mi cargo a partir del 29 de febrero de 2020”.
Informaron que el Consejo de Gobierno aprobó dicha renuncia el 20 de diciembre de 2019, es decir un día después de presentar la carta donde anuncia su salida.
No solo llama la atención la velocidad con que el gobierno resolvió la solicitud, sino que justo para esas fechas sonaba con mucha fuerza la posibilidad de que la embajadora asumiera como nueva vicecanciller.
De hecho, ese rumor aún sigue recorriendo los pasillos de la Casa Presidencial y la Cancillería, a pesar de las denuncias sobre acoso laboral.
CASO
Tal como reveló El Periódico de Más Venta en Costa Rica, el informe resumía que el clima laboral de la oficina de Costa Rica ante la ONU en Ginebra “es “desfavorable”, “hostil” y “hasta violento”.
Whyte supuestamente propicia el individualismo, además no respeta las jornadas ni horarios de trabajo. Controla y solicita tareas al personal en días no hábiles y en horas fuera de horario laboral.
Además la mayoría de los colaboradores trabaja más de 50 horas sin el debido reconocimiento de jornada extraordinaria.
“Se logró identificar abuso de poder por parte de la jefatura de Misión (Whyte), en cuanto a temas tales como: trato al personal, funciones, aprobación de vacaciones y contratos de trabajo”, revela la investigación.
VIOLENCIA Y ESPIONAJE
Sobre el clima de violencia que al parecer impera, el informe indica específicamente: “La jefatura (Whyte) utiliza un liderazgo autoritario generando un ambiente laboral denso, pesado, hostil y hasta violento, donde el personal se siente acosado y estresado”.
Agrega: “Hay conductas de acoso laboral y acoso psicológico por parte de la jefatura hacia sus subalternos de la misión. Se constató, basados en entrevistas y pruebas específicas aplicadas, que el trato que reciben no es el correcto, inclusive en ocasiones se torna violento, agresivo, predominando la amenaza”.
Como parte de esas situaciones, el informe especifica extractos de algunos de los testimonios recopilados, por ejemplo: “No quiero estar acá, ella (Elayne) me quita las ganas de estar acá, no tengo ilusión”.
Otro funcionario aseguró al ser entrevistado: “El domingo me da demasiada ansiedad, el saber que la tengo que ver a ella (Elayne) e ir a trabajar”.
Sobre el supuesto espionaje, el informe en poder de DIARIO EXTRA indica que si bien “no se constató si existe un acceso remoto a las computadoras de los funcionarios u otro tipo de vigilancia oculta”, advierte que “ingresar a la computadora o correo electrónico de cualquier persona sin autorización o consentimiento es una violación al derecho de la privacidad”.
Como parte de las recomendaciones le instó a no ingresar sin consentimiento previo a computadoras de otros compañeros, así sea una instrucción de la jefatura, para lo cual se pide estudiar y analizar el pronunciamiento de la Sala Constitucional del 29 de noviembre de 2006.
REDES SOCIALES Y CHOFER
Una situación que denuncian los funcionarios es con el uso del WhatsApp, donde al parecer han recibido hasta amenazas.
“A mí me entra un mensaje de WhatsApp de Elayne y se me hace un nudo en la panza, yo siento estrés todo el tiempo”, relata un entrevistado.
“Cada mensaje de esta señora yo lo que siento es que me muero, no importa lo que diga el mensaje, yo lo que siento es una angustia, me brincan los ojos”, es otro de los sentimientos externados por los subalternos de la embajadora.
“Ella utiliza las fotos para decir que todo está bien y no es así, inclusive hace poco utilizó una foto en la prensa que es vieja para decir que todo está bien”, se lee en el informe como parte de las entrevistas.
Un caso de atención es lo que sucede con el chofer de la oficina, quien no solo se encarga de servir el café y trasladar a Whyte a su casa, sino también de hacerle compras en el supermercado y mandados personales.
También le corresponde participar en reuniones dentro y fuera de la embajada, entre ellas actividades en la casa de Whyte, donde lleva a cabo labores de limpieza como si fuera un sirviente.
El chofer de apellido Ramírez también al parecer servía el café, trasladaba a la embajadora Whyte a su casa, le hacía compras en el supermercado y mandados personales.
Pero la situación respecto al chofer al parecer no quedar ahí. El estudio señala que “existe un incumplimiento de forma unilateral por parte de la Sra. Elayne Whyte Gómez al obviar la normativa costarricense: Código de Trabajo, Manual de Dirección General del Servicio Exterior y otros en cuanto al horario y la jornada laboral”.
El informe precisa: “En las entrevistas realizadas a los funcionarios, se logró comprobar que estos laboran más de 8 horas diarias, llegando a superar las 50 horas laborales (…) En el caso particular del chofer de la misión y a pesar de que no existe jurisprudencia alguna, la Sra. Whyte Gómez utiliza la figura ‘reposición horaria’ para justificar el incremento en la jornada laboral de este, situación que se presenta de manera reiterada”.
Una prueba aportada en la investigación se encuentra en el memorándum emitido en octubre de 2017, el cual señala lo siguiente: “El chofer de la misión tiene una disposición contractual para reposición de tiempo extraordinario”.
“Sin duda, dicha práctica denota una violación a la normativa vigente, situación que podría acarrear consecuencias para la administración pública”, añade el documento.
Detalla que, al momento de la visita a la misión, “el chofer había disfrutado de 45 días de descanso entre vacaciones y días de reposición, con un saldo a favor de 19 días por concepto de reposición de tiempo”.
PERIODISTA: Marco Antonio González
EMAIL: [email protected]
Sábado 11 Enero, 2020
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA