El Tercer Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) revela que menos niñas asisten a la educación primaria desde 2012.
En el documento se lee que en el periodo 2006-2009 la escolarización en las pequeñas fue del 99%, sin embargo en 2012 se inició un descenso significativo hasta llegar a un 93,6% en 2016.
Además se indica, de acuerdo con datos del Ministerio de Educación Pública (MEP) de 2014, que la brecha entre hombres y mujeres ha disminuido al pasar de un 3,2% en 2003 a un 0,9% en 2016.
En el Inamu enfatizaron que el acceso de las niñas a la educación resulta fundamental para su desarrollo humano y su autonomía, además de ser un factor de protección frente a la pobreza y la violencia.
“Desde el Inamu vemos estos datos de forma alarmante. Debe determinarse si esta situación obedece a falta de cobertura educativa o porque estas niñas están trabajando desde tempranas edades.
Lo cierto del caso es que el único lugar en el cual deberían estar estas niñas es en un aula”, manifestó Patricia Mora, ministra de la Condición de la Mujer y presidenta del Inamu.
Al consultar en el MEP sobre los resultados del Informe de los Derechos Humanos de las Mujeres informaron que sus datos dicen lo contrario.
Las cifras de esa cartera dadas a DIARIO EXTRA revelan que la tasa neta de escolaridad en I y II ciclos en mujeres ha sido superior a la de hombres.
Por ejemplo, en 2012 hubo una tasa neta de escolaridad del 95,9% en hombres y un 96,9% en mujeres. Un año después los datos fueron de un 94,5% y un 95,8% respectivamente.
En 2014 hubo mayor matrícula de niñas (93,8%) que de hombres (92,8%), cifras similares en 2015 con un 93% y un 92,5% respectivamente.
Para 2016 la diferencia en matrículas entre hombres y mujeres fue de un 0,9%, siendo superior la cantidad de niñas, al igual que en 2017, cuya diferencia fue de un 0,8%.
En secundaria, según el informe elaborado por el Inamu, los porcentajes en matrícula y aprobación son liderados por mujeres, aunque señala que los mandatos de género tienen un impacto diferenciado sobre los motivos de deserción escolar, pues la maternidad, los oficios domésticos y el cuido de otras personas constituyen causas de deserción en las adolescentes, mientras que entre los hombres este fenómeno se asocia a su inserción en el mercado laboral.
“Los datos arrojan que la socialización de género y la imposición de roles promueven la inequidad y la exclusión de las mujeres del sistema educativo. Es fundamental reforzar medidas que garanticen la permanencia de las adolescentes en el sistema, entre ellas una educación libre de estereotipos y prejuicios de género, así como el mejoramiento de las condiciones del entorno educativo para que adolescentes y niñas madres o embarazadas puedan dar continuidad a sus estudios”, finalizó Mora.
PERIODISTA: Sergio Jiménez
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Lunes 30 Septiembre, 2019
HORA: 12:00 AM
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