Soy un hombre casado de 58 años. En las últimas dos relaciones sexuales mi esposa me dijo que el semen sale de color café y a veces muy oscuro, como negruzco. No siento molestias con la eyaculación, ni tengo dolor en los testículos, ni dificultades para orinar, pero me da miedo porque tengo varios familiares que han tenido cáncer de próstata. He buscado en internet, pero es poco lo que dice sobre el semen de ese color.
El lenguaje tiene sus trampas, y como decía Pessoa, es lindo palabrear y eso es precisamente lo que sucede muchas veces con los artículos médicos. En general la presencia de sangre en el semen es reconocida como un signo de alarma que debe ser motivo de consulta.
El problema es que tendemos a asociar la sangre con el color rojo, al punto que decir sangre roja suele ser considerado una redundancia, cuando en realidad la sangre tiene varios colores. Así, la sangre parcialmente metabolizada, es decir la que popularmente se llama “sangre vieja”, tiene una enorme variedad de aspectos. Así puede ser negra, café, cobrizo, amarillenta, anaranjada, rosada y en algunos casos verduzca. Lamentablemente, muchas personas al observar una secreción corporal de cualquiera de estos colores alternos no lo relacionan con la sangre y por ende no consultan.
La sangre en el semen nos indica que es probable que exista un proceso infeccioso a lo largo del sistema genital, sea en la próstata, en los testículos o en los diversos “caños de la orina”. También es común que este sangrado sea por la ruptura de un vaso sanguíneo, condición que es totalmente noble, pero también en raros casos nos puede hablar de un proceso precanceroso, de ahí la importancia de consultar cuanto antes.
