Consulta
Mi pareja y yo tenemos muchas peleas y conflictivos porque pensamos muy diferente sobre cómo solucionar la forma de manejar a los hijos y el dinero, cada decisión que debemos tomar se convierte en un martirio. ¿Cuál sería la solución?
Respuesta
Algunas veces las parejas entran en desacuerdo con situaciones como de qué color pintar las paredes de una habitación o cómo decorar la casa, qué permitir a los hijos y qué no, cómo manejar la economía en el hogar y así muchos otros asuntos.
Es ahí exactamente donde se inicia el conflicto, comienza cuando hay que determinar si lo hacemos “a su manera” o “a la mía”. Estos desacuerdos van a ser tantos en la medida que sean diferentes el uno de la otra, es aquí donde la negociación nace como una necesidad y una herramienta.
Recordemos que lo que produce esa forma diferente de solucionar se debe a que son dos personas que vienen de dos familias con distintas culturas y valores.
La negociación es el arte de llegar a un punto medio en donde ambos tenían un desacuerdo y la negociación sana es aquella donde ambos ganan algo y los dos pierden algo. Si solo uno gana, los dos pierden.
El negociar no significa que se renuncie a la personalidad o forma de ser, sino más bien la negociación ataca el desacuerdo para dar paso a un acuerdo y así evitar un futuro conflicto. El acuerdo también les hará crecer como pareja. Como sabemos, hay cosas que no se negocian, como el abuso, la agresión, la adición o la inoperancia, entre otras.
Los enemigos de negociar son: el ego (quiero obtener lo que yo deseo), el pensar que siempre se tiene la razón, el no querer perder el poder, el machismo o matriarcado, el ceder siempre, el miedo a perder al otro o el famoso “así soy yo y nadie me cambiará”.
Las herramientas para negociar adecuadamente son: ser asertivo (no exija, no grite, no haga caras, no se caliente), se debe querer llegar a un acuerdo por parte de ambos.
Si el otro importa demuéstrelo negociando, rompa el ciclo de negociar hasta después de haberse “agarrado feo”, elija qué batallas ganar, hagan un pacto o un acuerdo (cada quien cumple una parte para formar un todo) y si el otro no cumple su parte o definitivamente les cuesta negociar es recomendable buscar ayuda profesional.
¡Ojo! Si acepta una negociación y no le agrada, no reaccione mal en el futuro, no intente quitar lo acordado, ni esté en constante reclamo. No es justo, así que tenga mucho cuidado con lo que negocia.
Negociar es llegar a acuerdos para finalizar desacuerdos y mejorar nuestra relación de pareja.
Mauricio Mora
Consejero familiar
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PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Mauricio Mora
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Lunes 22 Julio, 2019
HORA: 12:00 AM
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