La Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas confirmó que el fotógrafo Elías Solano Corrales, de 43 años, recibió una condena de 797 años de prisión por el delito de producción de pornografía infantil.
Esto se da luego de que aceptara los cargos acusados por el Ministerio Público, lo cual eliminó la etapa de juicio y se dictó la sentencia de forma inmediata.
Sin embargo, por las reglas del concurso material el Juzgado Penal la readecuó a 39 años cárcel.
“Elías Solano Corrales aceptó los cargos acusados por el Ministerio Público y admitió ser responsable del delito de producción de pornografía infantil. Ante ello, se eliminó la etapa de juicio, pero se le condenó de manera inmediata a 797 años de prisión”, reafirmó la Fiscalía tras la consulta de DIARIO EXTRA.
Mientras que el otro implicado del caso, un hombre de 38 años de apellidos Núñez Romero, decidió continuar con el proceso, por lo cual el Juzgado acogió dicha solicitud y ordenó el acto de apertura a juicio.
EL CASO
Ambos hombres eran las cabecillas de una organización con tentáculos en el extranjero que usó una agencia de modelos como mampara para producir pornografía infantil.
Según la investigación, ambos trabajaban en la agencia VDM Models, donde los fotógrafos reclutaban menores de edad, abusaban de ellas, las amenazaban y producían la pornografía para venderla en internet.
La banda operaba desde 2009, pero la investigación inició en 2015 tras la denuncia de una madre de familia e información remitida por la Policía Internacional (Interpol).
Las víctimas rondaban entre los 11 y 17 años.
Los sujetos reclutaban a las adolescentes por redes sociales o afiches, realizaban una audición donde las menores llegaran con sus madres.
Posteriormente, las encargadas debían firmar un contrato con la agencia y la organización les cobraba por hacer un book o catálogo de fotos.
A algunas que les llamaban la atención las citaban a una sesión en una sala aparte, donde no estuvieran en compañía de sus mamás.
Estando solas les pedían que se desnudaran, las grababan y abusaban de ellas, si alguna se negaba las amenazaban con matar a sus progenitoras.
Los usuarios debían pagar una membresía en una página de internet para bajar los videos. Desembolsaban entre $500 y $5.000, el material era adquirido en Oceanía, Sudamérica, Europa, Asia y Estados Unidos.
Los ataques sexuales se cometían en moteles, hoteles o las casas de los sujetos en Granadilla de Curridabat y/o San Rafael Abajo de Desamparados.
PERIODISTA: Sharon Cascante Lizano
CRÉDITOS: Fotos: Archivo
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Viernes 19 Julio, 2019
HORA: 12:00 AM
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