Yashir Daniel Wabe Arroyo, quien laboró como fiscal en el Segundo Circuito Judicial de San José, quedó detenido al ser parte de los autores materiales en la brutal muerte de Alejandro Guido Toruño alias Gringo.
Además cazaron a 3 hombres más: Abraham Josué Gutiérrez, de 34 años, conocido como Ántrax; Jerson Enrique Riera Mora, de 21, con el apodo de Gazú; y Brayan Josué Salas Ríos, de 19 con el sobrenombre Mecatazo.
Ellos son quienes se aprecian en un video que circuló en redes sociales, donde se graba cómo durante el trayecto le propinan múltiples puñaladas al líder narco.
El abogado era quien conducía el automotor, Mecatazo filmaba el macabro asesinato y los restantes eran los que atentaban contra Guido Toruño, que al final recibió 136 estocadas.
El exfiscal, en conjunto con José Rodolfo Garbanzo Rodríguez, alias Chepe, quien fue detenido en Salinas de Puntarenas, recibió la orden de su jefe Luis Ángel Martínez Fajardo, conocido como Pollo, para que le dieran muerte a Gringo, que era el principal narcotraficante en la zona de Pavas más algunas localidades de Naranjo y Grecia.
Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó la estrecha relación que había entre Pollo y el licenciado en leyes y Chepe.
“En el video se escucha cómo los asesinos señalan al momento de propinar las estocadas que estas van encomendadas por Chepe y por Pollo, lo cual es un indicio importante para nosotros”, señaló.
Tanto a Wabe Arroyo como a Garbanzo Rodríguez los capturaron a través de varios operativos en San Pedro, Montes de Oca, y Puntarenas, respectivamente. Además, se les allanaron dos viviendas en Pavas.
A los otros involucrados se suma Manuel Díaz Santamaría, de 23 años, reconocido por su apodo de Miedo, quien ya está recluido en cárcel La Reforma.
Mientras que a Mauricio Soto Cascante, de 37, alias Mayin, otro de los involucrados en la muerte de Gringo, lo asesinaron de múltiples impactos de bala cuando hizo un alto en el vehículo que se movilizaba junto a su primo, que resultó ileso.
A Mayin lo abordaron pistoleros que viajaban en una motocicleta y le descargaron todo el magazín.
Tras las investigaciones desarrolladas se confirmó que Alexander Rodríguez Araya, de 27 años, exjugador de primera división, entregó al Gringo luego de prometerle que lo iba a cuidar de sus rivales y la policía.
Pero la oferta de ¢100 millones para todos los involucrados fue tan tentadora que en bandeja de plata lo vendió a los cuatros hombres, quienes lo trasladaron desde Grecia hasta Bajo Los Ledezma, donde lo dejaron muerto en el puente.
“Alexander lo hospeda, le da protección, pero por un tipo de recompensa o premio que se estableció en 100 millones de colones, traiciona al Gringo y posteriormente lo entrega a los asesinos”, amplió.
El OIJ confirmó que los homicidas recibieron el dinero según su jerarquía y participación, además se compraron diferentes artículos con esa ganancia.
PRUEBAS FORENSES
A todos los detenidos los llevaron a la Ciudad Judicial, lugar donde se les practicaron diferentes pruebas forenses, una de las más importantes será la extracción de cabellos.
Estas serán comparadas con algunos indicios recopilados en el cuerpo de Guido Toruño, las cuales permitan certificar la participación de los sujetos en la brutal ejecución.
Cada uno de esos elementos se encuentran guardados en las instalaciones judiciales en San Joaquín de Flores, Heredia.
Asimismo se van a presentar las armas halladas en las viviendas allanadas por los agentes de la sección de Homicidios.
DESARTICULACIÓN
Espinoza adujo que con estos operativos se terminaron de desarticular los peones de Pollo y recientemente de Gringo, puesto que tras lo acontecido se dirigieron varios allanamientos para dar los últimos golpes a los operarios que siguieron laborando.
“Con esto la idea fue capturar y sacar de circulación a quienes estaban realizando los enlaces correspondientes para volver a darle fuerza al negocio y continuar generando millones”, añadió.
El jefe policial asegura que lamentablemente siempre va a existir demanda de los estupefacientes, por lo que ya trabajan en perfilar a las agrupaciones que buscarán tomar el control de las plazas situadas en este sector de la capital.
“Evidentemente hay vendedores, estructuras un poco más pequeñas y menos violentas, pero siempre están en proceso de reconstrucción, de recomposición, algunas en crecimientos y nosotros como es nuestra labor como OIJ es monitorearlas, identificarlas y atacarlas lo más pronto posible”, explicó.
Según los datos de la policía judicial son 65 homicidios menos que han atendido en comparación al mismo periodo de 2018, cuando registraban 338 muertes. En 2019 suman 273.
