Tren eléctrico urgente pero a derecho

EDITORIAL

El país requiere de un verdadero cambio en el sistema de transporte. Uno va a países como Panamá, Colombia, México o Estados Unidos y ve que la movilidad urbana está a años luz de lo que aspira en algún momento Costa Rica.

Una de las iniciativas que está en manos del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) es el proyecto del Tren Eléctrico de Pasajeros (TRP), un plan que promueve mejorar el sistema de transporte en el país.

Implementar un proyecto de esta envergadura pareciera un poco lejano en el tiempo, pero si todo sale bien, en un mediano plazo el país podrá contar con un sistema que signifique mejoras en el entorno social y ambiental de las zonas por donde circule.

Las autoridades señalaron que el tren eléctrico tendrá como finalidad mejorar la calidad del aire en las comunidades, contará con pasos de fauna y se les dará el mantenimiento debido a las áreas verdes.

Sabemos que un proyecto de estas dimensiones requerirá de una atención efectiva de instituciones como el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) o el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), para proceder a las reubicaciones necesarias.

Si hay un compromiso de las autoridades desde el inicio del desarrollo del proyecto, el nuevo medio de transporte se convertirá en un éxito, sin embargo, no se debe regresar a la chambonada y dejar todo para el final, Costa Rica no está para tolerar una nueva trocha fronteriza.

En cuanto a las expropiaciones, es comprensible que algunas familias no se quieran ir de los sitios en donde históricamente han vivido, pero con una coordinación bien articulada el país generará un importante avance para ver cumplido su sueño de contar con un sistema eficiente de transporte.

Es importante que se logre negociar a tiempo con las familias, estas entenderán sobre la necesidad de reubicarles, por lo tanto desde ahora deben pensarse en opciones porque no se puede dejarlos a la intemperie, de lo contrario ese es un obstáculo que impedirá el progreso de la nación.

La fecha de entrega final para el estudio de factibilidad es el 11 de marzo de 2020 y se espera arrancar con el proceso de licitación pública internacional para la concesión en el segundo semestre de 2020.

Aquí el gobierno debe tener sumo cuidado por si se presenta algún retraso en el plazo estipulado comunicarlo de manera inmediata y no decirlo a última hora, puesto que eso implicaría una falta de transparencia.

Asimismo, para la licitación internacional tenemos que ser cuidadosos al momento de estudiar las empresas interesadas y hacer una investigación minuciosa detalle por detalle para que en el futuro no nos llevemos la sorpresa de un domingo 7 y no solo se caiga el proyecto, sino que se convierta en un punto altamente cuestionado.

Un tren eléctrico es urgente y necesario para que Costa Rica no se quede en tiempos prehistóricos en materia de movilidad urbana, los pasos que se tomen en esa dirección deben darse correctamente para que al final de cuentas no se entorpezca nada de lo que se debe ejecutar.

Que la ejecución de la parte económica no perjudique la asignación de recursos al ámbito social porque no tendría sentido impulsar la reactivación económica cuando se descuide el tema de la pobreza, hacerlo sería desvestir un santo para vestir a otro, lo que al final le pasaría una cara factura al gobierno de turno.

El tren eléctrico es indispensable para permitir un ágil transporte y evitar los embotellamientos que a diario enfrentamos los costarricenses sin ningún tipo de solución. La iniciativa debe ser viable y de fácil acceso, pues Costa Rica no está para un servicio ferroviario de tercer mundo.

El tren eléctrico es una necesidad, de eso no hay duda, pero para desarrollarlo se requiere que todo esté bien planificado y fiscalizado.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Miércoles 17 Julio, 2019

HORA: 12:00 AM