Miguel Mejía Hernández, exprofesor de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el Caribe y quien fue denunciado por un estudiante en apariencia por dopar a una joven en clases con un brownie con marihuana, visitó DIARIO EXTRA.
Manifestó que su despido se produjo por la intención de cerrar la carrera Marina Civil desde un inicio por parte del centro universitario.
Marlen León, vicerrectora de Docencia, había dicho a este medio que el contrato con Mejía llegó a su final y no era obligación renovarlo, además apuntó que había una serie de denuncias contra el docente aparentemente por malos tratos.
Al consultarle por la no renovación del contrato, Mejía dijo que podría tratarse por problemas propios de la UCR que no ha tenido la voluntad de graduar a ningún estudiante de Marina Civil.
“Hay algo que tiene que ver con la carrera, se inició en el 2012 y a la fecha ya debía salir el primer graduado, pero no fue así porque no se ha dado la voluntad política suficiente para que hagan su última fase”, dijo el docente, experto en navegación.
“Desde el inicio hubo intención de cerrar la carrera, incluso la matrícula para el 2019 está cerrada. A los estudiantes se les pidió que se pasaran de carrera, eso es un cierre técnico”, añadió Mejía, quien desconoce la intención de la UCR.
El docente cree que los estudiantes son víctimas inocentes que mataron en vida y ahora los tienen frustrados, deprimidos, inmersos en un ambiente de indefensión que ya cumplieron con sus estudios y solo esperan ser embarcados para hacer su pasantía.
Además, dijo que los jóvenes merecen respeto porque todo lo que ocurre es una cortina de humo para despistar la investigación sobre la carrera, situación que no les ayudará a graduarse próximamente.
¿Y EL BROWNIE CARGADO?
Al preguntarle sobre el aparente dopaje de la estudiante con un brownie de marihuana, dijo que una joven de apellido Elizondo realizó un proyecto para el curso Empresarial e Innovación, que consistió en una galleta cuyos ingredientes era la moringa.
La muchacha le entregó una galleta por la confianza que le tenía, él la guardó y luego en clases la repartió porque era muy grande.
“Yo la compartí para ver a qué sabía, en eso, una de mis alumnas de apellido Vargas me dijo que le cayó mal y se sentía mareada, pero el denunciante se aprovechó de eso para usarlo en mi contra porque era muy mal estudiante, reprobó mis cursos, entonces para vengarse puso la denuncia por escrito”, señaló Mejía.
PERIODISTA: Sergio Jiménez
CRÉDITOS: Fotos: Carlos Barquero
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Viernes 21 Junio, 2019
HORA: 12:00 AM
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