Soy una mujer divorciada de 42 años. Siempre he sido sexualmente muy sana. Hace tres meses nos pasamos a vivir cerca de la playa y eso para mí es una gran alegría. El problema es que, desde que nos mudamos para acá, cuando tengo relaciones sexuales siento como unas punzadas por abajo, me molesta tanto que no puedo seguir con el acto sexual. Creo que me pasa casi en tres de cada cuatro relaciones y eso me frustra mucho.
Los procesos urinarios se han vuelto cada vez más frecuente en los países de nuestra región, condicionado por diversos factores, por un lado en algunas zonas el agua contiene muchos minerales lo cual propicia la formación de piedras en el riñón y más frecuente, de arena renal que propicia estas infecciones. Adicionalmente, los hábitos de hidratación son muy deficientes, por lo que la orina se vuelve cada vez más concentrada, factor que también contribuye a las infecciones. Además, grandes sectores de la población orinan pocas veces, con lo cual retienen la orina por mucho tiempo favoreciendo los procesos infecciosos.
Los síntomas pueden ser francos y fáciles de identificar por las molestias urinarias como el ardor y dolor al orinar, orinar a cada rato, orinar con sangre, orinar en poquitos, entre otros. Sin embargo, en algunas ocasiones las manifestaciones son difíciles de relacionar con un cuadro infeccioso como cuando se presenta dolor de espalda, dolor en la zona genital, punzadas vaginales, dolor en el hombro o en las piernas, por ejemplo.
Las infecciones urinarias son más frecuentes además en las zonas calurosas, en las personas que practican ejercicio y en la mujer se pueden desencadenar con el acto sexual, dando las típicas punzadas vaginales y los clásicos síntomas urinarios. Afortunadamente hoy contamos con tratamientos sumamente efectivos.
