Diario Extra - Mimi Ortiz confiesa que fue difícil convertirse en Dios

La modelo y exlocutora radial Libni Ortiz manifestó que atraviesa los días más difíciles de su vida tras la muerte de su perrita Mía, pues decidió pedirle a los doctores que la pusieran a dormir.

En su cuenta de la red social Instagram, compartió varios videos en los cuales explicó que su mascota presentaba una deficiencia en los riñones y durante meses lidió para que comiera y saliera adelante.

“La cuidaba muchísimo porque la doctora me explicó que tenía una condición en los riñones que iba a ir empeorando porque ella es una adulta mayor, y que iba a llegar a un punto en que esa podía ser su causa de muerte. Me volvía loca y no aceptaba eso.

Me hice estricta para aplazar eso por más que me dijeran loca. He venido desde hace un año y medio con esa situación que a veces amanecía mal, que no quería comer, que solo quería estar acostada y desde su caída por las escaleras no hubo mejoría”, contó.

Ortiz agregó que al verla enferma empezó a valorar la posibilidad de que moriría.

“Cada vez los resultados salían más alterados, fue un sube y baja de emociones hasta esto que pasó al final. Analicé que su muerte pasaría en un periodo corto y me fui preparando. Los riñones del todo no mejoraron con el tratamiento.

Tenía 13 años, era una perra saludable en todo el sentido de la palabra, todo fue rápido. Estaba a cachete con sus cositas pero a cachete y de la nada, en cuestión de días, ya no comía al punto que no abría la boca para nada”, indicó.

Mimi, como se le conoce en el ámbito de la farándula nacional, agregó que convertirse en Dios fue un reto.

“Las últimas semanas tuve que alimentarla a la fuerza con una jeringa. El martes, antes del sábado 16 de marzo que la pusieron a dormir, fue el día que se puso más mal, grave, con calentura, me fui a emergencias y a partir de ese momento empezaron las malas noticias.

Cada día que llega me decían cuando vomite es cuando hay que alarmarse, y hasta el último momento no pasó, por lo que mantenía la fe. El jueves me dijeron que vomitó y que no había nada que hacer medicamente por ella. Que era tontera dejarla viva y que si tomaba la decisión de ponerla a dormir. Es usted ser Dios y tomar la decisión. La veía y no era mi perra, y tomé la decisión”, finalizó.