Soy una mujer casada de 34 años. Este fin de año mi esposo se fue con mis hijos a pasar el año nuevo con la mamá que es de Guanacaste. Como yo tenía que trabajar me quedé en San José y por cosas del destino me topé con un viejo amor. Yo no quería nada, pero bueno tuvimos relaciones, aunque fue muy rápido. El problema fue que como yo tomo pastillas no le pedí que usara el condón. A los días me salió como unas vejigas que arden y no sé si sería por la relación y si se lo puedo pasar a mi esposo.
Estos son los nuevos riesgos y peligros que deparan las conductas sexuales imperantes en la actualidad. Las relaciones casuales, los encuentros fortuitos, la intimidad no planeada conllevan una serie de riesgos entre los que destacan el contagio venéreo y las implicaciones vivenciales que esto conlleva.
Particularmente, los brotes de vejigas que arden son sugestivos de las infecciones causadas por el virus del herpes, que es un germen muy contagioso que se puede trasmitir con solo mantener una relación sexual, aunque esta sea rápida. Es común que además los brotes generen picazón, enrojecimiento, así como fisuras y cortaditas en la piel genital.
En estos casos lo recomendable es consultar antes de tener intimidad con la pareja para así determinar si realmente se trata de una infección de transmisión sexual en cuyo caso lo que procede es realizar pruebas completas, porque estas enfermedades suelen acompañarse de otras infecciones, para así instaurar los diversos tratamientos con el fin de evitar el posible contagio a la pareja. Adicionalmente es recomendable buscar ayuda psicológica para determinar cual es la mejor manera de manejar las implicaciones emocionales sobre la relación de pareja.
