Jorge Jiménez Deredia es el escultor más reconocido del país en la actualidad. Sus obras están instaladas en diversas ciudades del mundo, sus exposiciones atraen cientos de visitantes mientras los críticos de arte siguen con interés sus creaciones.
El próximo año los costarricenses tendremos la oportunidad de disfrutar, en pleno centro de San José, algunas obras de este destacado artista. Se trata de una exposición al aire libre que se mantendrá desde el 20 de febrero hasta el 14 de julio.
La muestra se denomina “Jiménez Deredia en San José, la fuerza y universalidad de la esfera”, la cual se extenderá a lo largo de la avenida central, en puntos icónicos de la ciudad como la Plaza de la Democracia y los museos del Oro y del Jade.
“Para mí es una ocasión muy especial, soy de aquí, soy el chiquillo que vieron en los cafetales de Heredia, es una gran satisfacción que mis coterráneos puedan apreciar mi arte”, comentó.
El artista visitó nuestras instalaciones en compañía de su esposa Guiselle Zamora. Ambos conversaron con Iary Gómez, gerente general de Grupo Extra y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA.
A continuación ofrecemos un extracto de esa amena conversación con el reconocido escultor que se inició su recorrido por los caminos del arte desde los nueve años.
¿En qué se inspira su obra?
-Toda mi obra se basa en la esfera precolombina, desde los nueve años entendí que yo debía sacar a la luz el mensaje intrínseco de las esferas, porque no es casualidad que durante casi dos mil años se construyeron esferas en lo que hoy es Costa Rica, pues los seres humanos necesitamos símbolos para entender las cosas. La esfera fue la forma que representó la sociedad que se gestó aquí, es decir, los primeros costarricenses no son los que llegaron hace 500 años, sino aquellos que crearon una idea de mundo durante 4.000 años en territorio costarricense.
¿Cuál es esa idea?
-Cuando los españoles llegaron, encontraron una plataforma social diferente a los otros territorios del norte y del sur, con una cultura creada por cacicazgos de un carácter profundamente horizontal. Cuando los españoles llegaban a las sociedades piramidales cortaban la cabeza y desarrollaban la conquista. Sin embargo, cuando llegan a Costa Rica se dan cuenta que es un pueblo profundamente dividido en minifundios, en cacicazgos y con una plataforma completamente diferente, donde deben conquistar y construir.
¿Qué lo lleva a inspirarse en la esfera?
-Cuando tenía 9 años la maestra me llevó al Museo Nacional. Ahí vi por primera vez las esferas. Sentí que tenían algo que comunicar. Con esa idea a los 13 años empecé a esculpir. Cuando cumplí 18 conocí a Gisselle y lo primero que hice fue llevarla a ver las esferas, desde ese momento quedó involucrada.
¿Dónde se conocieron?
-Nos conocimos en una reunión que había para un campamento, yo era el presidente de la asociación. Éramos unos chiquillos, yo tenía 18 años y ella 17. Teníamos que ponernos de acuerdo para organizar el proyecto; por ejemplo, ir de compras porque eran cerca de 120 personas a las que había que darles de comer, y ahí empezó todo.
¿Doña Guiselle a usted qué le pareció el tema?
-A mí me encantó desde el principio, yo lo escuchaba hablando de las esferas y hasta pensé que estaba un poco loco, pues acariciaba las esferas y me insistía en lo hermosas que son. En mis adentros me preguntaba a este qué le pasa, pero ahora, después de 43 años, digo que tenía razón, nosotros somos producto de esa organización distinta.
¿Cómo les urgió la idea de irse para Italia?
-Casi de inmediato, yo tenía 21 años y nos fuimos con una beca de $200 por mes y nos pusimos a soñar. Hice una exposición en el Teatro Nacional donde logré vender unas esculturas y con eso le pude comprar el boleto a ella. Los primeros siete años nos quedamos allá sin venir a Costa Rica
¿Qué cosas extraña de Costa Rica?
-En nuestra familia tenemos una filosofía, cuando estamos en Costa Rica tratamos de vivirla intensamente. Por ejemplo, no comer cosas italianas, sino enyucados, arroz y frijoles. Cuando estamos en Italia vivimos lo italiano, es la mejor manera de vivir este tipo de situaciones. Todo lo que soy de mi país lo transmito por el arte.
¿Cuándo dio el primer paso en el arte?
-Cuando tenía 13 años estaba en el Liceo de Heredia y gané un concurso. Recuerdo que don Ólger era el director del Castella y estaba muy molesto porque nadie de ese colegio artístico había ganado. Me becaron para estudiar arte, recuerdo que salía de Heredia a las 4 de la mañana para tomar un bus que recogía a los alumnos. Eso fue una gran experiencia porque don Arnoldo Herrera se da cuenta que tengo una gran pasión por el arte y me dio las llaves del colegio para que pudiera llegar a trabajar cuando quisiera.
¿Con cuáles materiales trabaja?
-Yo trabajo esencialmente dos materiales, el bronce y el mármol, en granito me inicié aquí en Costa Rica y la madera no, porque allá es muy difícil.
¿Qué parte de las esculturas son las más importantes para usted?
-Los rostros, las manos y los pies son el alma de mis esculturas, porque tienen que ver con el cerebro. Hacer escultura es darle gracias a Dios porque las manos le obedecen al cerebro, para mí hacer la cara es muy importante porque es donde está la inteligencia.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
-Cuando me preguntan eso respondo siempre que no hay secreto, simplemente es amar lo que se hace. Si usted busca la fama empieza a pasarle por encima a la gente, cometes errores y te pierdes. Para mí el éxito es eso, el amor hecho visible.
¿Por qué en Costa Rica tenemos esferas?
-Porque el inconsciente los llevó a construir una forma que representara su estructura social, eso hizo que los primeros costarricenses establecieron las bases para una especie particular de conquista y de colonia, que como una corriente subterránea ha llegado a cada uno de nosotros. Los costarricenses sabemos que somos diferentes, pero no sabemos por qué. Ha hecho falta un movimiento cultural como ocurrió con los muralistas mexicanos, quienes le explicaron al mundo la estructura de su sociedad, eso no se hizo en Costa Rica.
¿Entonces cuál es el significado de la esfera?
-La idea circular de la sociedad, no una estructura piramidal. Los ticos odiamos las estructuras piramidales porque lo traemos en el ADN, siempre ha sido así, por ejemplo, fuimos los primeros en Centroamérica en promulgar las garantías sociales.
Dicen que nadie es profeta en su tierra, ¿usted lo considera así?
-Yo siento que en Costa Rica la gente común ha percibido más el mensaje que los académicos quienes tienen miedo de un mensaje diferente. Yo voy a la feria del agricultor, la gente me abraza de verdad, me regalan frutas, en el mercado me dan las gracias por lo que estoy haciendo, esa gente me hace sentir reconocido, entonces eso me hace sentirme profeta en mi propia tierra.
¿Cuánto tiempo le tomó preparar la exposición que tendremos en San José?
-Es una exposición que lleva 20 años prepararla, es tomar un bloque de 85 toneladas y trabajarlo. Lleva un año dar forma a una Génesis de 12 metros, otro año fundir cada pieza y 9 meses más modelar, entonces es como reunir mi trabajo de muchos años.
¿Qué ha implicado traer esta exposición?
-Ha sido un sacrificio para nuestra familia pues hay que traer a mi equipo de trabajo desde Italia, que nos ayudará a subir todas las piezas porque para mí físicamente es muy complicado.
¿A quién va dirigida la exposición?
-Es un regalo para todo el público, incluso para los indigentes, ellos solitos en la noche podrán meditar viendo las obras.
¿Cómo conocerá la gente la información de las obras?
-Vamos a tener una app que nos está regalando el ICE mediante el cual pasan el teléfono frente a la escultura y aparece el número de la obra y le cuentan el material, de dónde viene, el tamaño, el tema por el que se desarrolló. Es una oportunidad para que cualquiera pueda estar como en un museo, pero en la calle.
¿Trae piezas que pertenecen a coleccionistas?
-La mayoría son mías. Le repito que cuando me fui a Italia iba con una beca de $200, con eso empecé a trabajar. Logré fundir dos piecitas pequeñitas a $100 cada una y las vendimos muy rápidamente. Entonces yo le dije a mi esposa que no se desesperara, que solo necesitábamos invertir 80 por ciento de lo que ganamos para hacer más piezas y dejarnos un 20 por ciento para vivir. Con esa filosofía fui creciendo en el arte y todavía hoy me mantengo con ese sistema. Entonces, algunas de las piezas que se van a mostrar están vendidas y nos las están prestando, pero la mayoría son mías.
¿Cómo nace la idea de hacer esta exposición?
-Queríamos hacer una exposición que tuviera un mensaje de fondo, por ello con la municipalidad hablamos sobre la posibilidad de traer esta gran exposición que ha dado vueltas por el mundo, pero ampliada a la ciudad de San José. Es una operación muy compleja, porque son 27 obras monumentales que van a estar en la avenida central y unas 20 entre el Museo del Oro y el Museo del Jade.
¿Qué tipo de obras son las que se van a exhibir?
-Hay obras de 40 toneladas, otras de 60, esto es una logística muy complicada ya que viene de Italia y de otras partes del mundo.
¿Cuánto tiempo le ha tomado el traslado de las piezas?
-Se lleva como un mes, porque tardan como 20 días en barco y una semana antes para hacer los contenedores. Una vez en Costa Rica hay que desalmacenarlas en aduanas aquí en Costa Rica.
¿Qué mensaje quiere brindar con sus Génesis?
-Las Génesis representan la descodificación de la esfera, es decir cómo se pueden contar el tiempo y el espacio que está en la esfera, porque siendo circular tiene como una carrera de contrarios de la oscuridad y la luz, es como sacar fotografías de la vida que va naciendo.
¿Han hablado con el Ministerio de Educación para que lleven a los estudiantes?
-En el Museo de Jade vamos a tener 3 tipos de talleres, se van a convertir en un laboratorio porque vamos a traer escuelas del interior del país para que tengan la experiencia de esculpir algunos mármoles que vamos a traer. Está exposición no va a ser solo eso, tenemos varios patrocinadores que nos están apoyando. Va a desarrollarse dentro del Museo del Oro en la sala polifuncional en donde habrá gigantografías de mis obras.
¿Ha hecho otras exposiciones en el país?
-Esta es la primera en grande, pues como ya señalé, expuse en el Teatro Nacional cuando tenía 20 años, luego en 1997 se hizo la del centenario del Teatro de la cual quedó la flautista en los jardines. También expuse en la Galería Valanti en el 90, en el 87 tuve una en el Museo del Oro, pero la próxima es la más importante.
¿Qué mensaje les da a los nuevos artistas?
-Costa Rica tiene una gran gama de buenos artistas, creo que hay que escuchar a cada uno con su mensaje. Yo por eso me rehúso a ser jurado, porque respeto el mensaje de cada artista. Lo importante es hacer lo que uno quiere hacer.
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CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta / Cristian Cartín
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Lunes 10 Diciembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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