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Opinión

En defensa del sector construcción ante el proteccionismo mercantil

Allan Ricardo Cordero G.

Según la vocera en Costa Rica de la empresa multinacional ArcelorMittal, el mayor flujo de importación de varilla a Costa Rica obedece a una sobreoferta global existente, principalmente de los mercados procedentes de China y Turquía, debido a una “crisis” por un exceso de capacidad instalada en los mercados internacionales, generando que exista una caída en el precio internacional. Ante esta situación, actualmente en la Unidad de Defensa Comercial del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, MEIC, se tramita una petición de la empresa, la cual se encuentra en su última etapa de análisis, de establecer una salvaguardia para instaurar un impuesto del 14% a la importación de varilla, en donde, dicho sea de paso, serían los únicos beneficiados, ya que ArcelorMittal es la empresa que monopoliza la producción de varilla en nuestro país, aunado a que además tendría como resultado la eliminación de la competencia en el mercado de varilla, en favor de un único productor local. 

Si hay algo peor que un monopolio estatal, es el monopolio privado con la bendición del Estado. Si se aplicara un arancel del 14% a la importación de la varilla de construcción, los más perjudicados serían los consumidores, así como las empresas constructoras. De igual forma, lo anterior profundiza la posibilidad de que se extingan por completo las importaciones y de que esta medida contribuya a que ArcelorMittal se pueda convertir en un monopolio privado absoluto. 

Y, como si nunca aprendiéramos, seguimos desangrando al sector productivo nacional. En una economía como la costarricense, en donde producir es una hazaña titánica, aunada al mar burocrático en el que deben navegar quienes tengan la osadía de generar productividad en una nación cuyo Estado está acostumbrando a exfoliar, pretendemos encarecer los costos del, hoy por hoy, mayor responsable de mantener a flote la actividad económica de nuestro país a pesar de la coyuntura: el sector de la construcción.

El sector construcción desempeña un rol fundamental en el dinamismo de las economías. Esta industria es reconocida como uno de los principales motores de la actividad económica dada su interrelación con otros sectores económicos y por los encadenamientos productivos que se derivan de este. Datos del BCCR indican que la participación relativa de la construcción dentro del Producto Interno Bruto ha oscilado entre un 3,5% y un 5,9%, en los últimos 25 años.

Según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) elaborada por el INEC para el año 2017, se estima que un 6,9% de los ocupados realizan como actividad principal alguna relacionada con el sector de la construcción. Su cifra asciende a las 146.577 personas que encuentran sustento en esta tan importante rama de la actividad productiva. Así mismo, partiendo de un estudio realizado por la Academia de Centroamérica, en la cual toman de referencia la Matriz de Insumo Producto del Banco Central de Costa Rica (MIP 2012), la cual permite incorporar y denotar las interrelaciones sectoriales directas e indirectas, llegan a concluir que la construcción es responsable de alrededor del 13% del total de los empleos del país.

La serie de tendencia ciclo del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) presentó en agosto 2018 un crecimiento interanual de 3,8%, en donde, por actividad económica, el mayor incremento se registró en la construcción (13,3%), por el dinamismo de las edificaciones con destino privado. Este comportamiento obedeció a la mayor construcción con destino privado, impulsada por la edificación de obras no residenciales. 

Por su parte, según el mismo informe del IMAE, la construcción con destino público presentó una variación negativa por cuarto mes consecutivo. Y, pese a ello, pretenden incrementar los costos del sector e imposibilitando la imperiosa necesidad en obra pública que le venga a inyectar dinamismo a la economía costarricense. Según la Cámara Costarricense de la Construcción, la varilla representa un 11,75% del valor total de la construcción en edificios y 10,25% del total en el caso de las viviendas, con lo cual dicha salvaguardia tendría un impacto considerable en los costos finales de las obras.

El Ministerio de Economía, Industria y Comercio ha sido un órgano incapaz de velar por los intereses de los consumidores y, lejos de ello, ha optado por medidas proteccionistas en favor de ciertos sectores al mejor estilo mercantilista y clientelar, en donde se entiende ese mercantilismo como una corriente que busca la acumulación de riquezas mediante un desarrollo comercial que se basa en un estricto control de la actividad económica por parte del poder público. No obstante, en este particular, dicho poder ocurre a través de un apoderado, como lo es la multinacional ArcelorMittal.

Queda esperar la resolución final de la ministra del MEIC, Victoria Hernández, quien tiene la última palabra el día 2 de diciembre. Esperemos dé un golpe de timón y rompa la línea que solo ha beneficiado a unos pocos a expensas de las grandes mayorías.

Hay que estar pendientes…

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 10 Diciembre, 2018

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Allan Ricardo Cordero G.

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