Debe saber que el entorno físico está entre los principales factores estresantes, y, si bien todos manejan el hecho de que, lenta pero inexorablemente, el estrés provoca gran cantidad de dolencias físicas y psíquicas, desde dolores musculares, cansancio, problemas gastrointestinales, cardiacos y dermatológicos, hasta sexuales, la mayoría, cuando piensa en dicho padecimiento, habitualmente lo relaciona con una carga excesiva de trabajo, exigencias sociales, preocupaciones, etc., y casi nunca lo liga con factores a su alrededor, lo cual se trata de un gran error, pues todo lo que nos rodea influye en nuestra “comodidad”, por ejemplo, la temperatura: el frío o el calor que tengamos que soportar, o el nivel de contaminación acústica (ruidos) destacan como factores potenciales de estrés.
La desorganización del entorno, el desorden, obstaculiza el equilibrio emocional y psicológico, y figura como un desencadenante de otras situaciones que también causan estrés por sí mismas y podrían estar perjudicando su salud:
AGOTA
Es como una sanguijuela que drena energía de la que no solemos percatarnos; implica un cansancio extra cuando llega el final del día, ya que el cerebro permanecerá en un estado de incertidumbre todo el tiempo, haciendo esfuerzos para recordar dónde están las cosas, sin hallar las soluciones, teniendo que improvisar formas de resolver lo que de otra manera resultaría más fácil.
QUITA TIEMPO
El caos en su hogar le obligará a invertir un tiempo precioso buscando aquello que desea localizar. Además, hará que emplee más recursos en tareas que podrían estar fácilmente bajo control con un sistema organizado, y le quitará energía para entregarse a otras ocupaciones que mantienen su vida en otros planos más satisfactorios y productivos que la dejadez, como el cuidado de la familia, la lectura y estudio, el tiempo de ocio o el deporte.
PROVOCA SENTIMIENTO DE CULPA
Aunque sea consciente de qué tan negativo se torna el desorden, pocas veces logra encontrar las fuerzas o la resolución suficientes para solucionarlo, y vivir en un caos constante genera un sentimiento de culpa creciente, que a la larga puede causar un daño emocional. Cuanto más prolongue la situación de desorden, más le costará organizar el entorno, y más culpa sentirá al no poder mantener sus cosas bajo control.
FUENTE DE PREOCUPACIONES
Los objetos que posee y le rodean, aquellos con los que se relaciona, configuran su realidad diaria. La sensación de no tener el manejo de estos elementos puede llegar a ser también una fuente de preocupación, y deriva en estrés.
RETRASA LAS TAREAS
Para las personas que se permiten caer en una espiral de pereza y desorganización, toda tarea puede ser una maraña de problemas y casi un desafío, como subir una montaña.
Lo anterior llega a repercutir en su vida laboral y social, ya que los demás pueden entender esta dejadez y falta de motivación como una falta de actitud y de respeto.
No es casualidad que las personas activas, ordenadas y organizadas se sientan como más de fiar y suelan ser más apreciadas, porque es menos probable que fallen si quiere contar con ellas.
A nivel doméstico, sucede exactamente igual, el desorden complica la vida, retrasa sus tareas y las obstaculiza, por eso, emplear un tiempo para organizar su hogar y convertirlo en un entorno agradable comprende una buena inversión, dado que ganará tiempo diario para desenvolverse en su entorno, a nivel tanto individual como social.
Tener una casa ordenada permite ahorrar tiempo, y la decoración también es calidad de vida y no solo estética, ya que le hace sentirte más cómodo.
CONCLUSIÓN
Mantener el orden, la limpieza y la armonía en los espacios, incluso en los colores, y la comodidad en el hogar son antídotos eficaces frente al estrés. Recuerde la antigua filosofía oriental centrada en la relación del hombre con el espacio, llamada Feng Shui, según la cual los distintos ambientes de una casa generan campos de energía positivos o negativos en función de su disposición, y tenga presente que crear un hogar agradable puede aliviarle gran parte del malestar emocional.
En un lugar armónico, mejorará su estado de ánimo, subirá su autoestima, y podrá dedicar su tiempo a las tareas que elija. Esta organización le reportará una mayor claridad, satisfacción y, con ello, un mejor estado de ánimo y de salud general.
