El consumo de la famosa ketamina entre los costarricenses se ha vuelto todo un dolor de cabeza para las autoridades nacionales, pues cada vez encuentran más dosis de esta droga en los allanamientos que efectúan.
Esta sustancia de uso anestésico en la medicina veterinaria, durante los últimos años de ser una droga recreativa que muy pocos utilizaban, ha pasado a convertirse en una de las principales sustancias de venta.
Más preocupante aún es que las autoridades reportan solamente dos robos de este fármaco en locales veterinarios, por lo que se presume que la mayoría del producto proviene de países como Nicaragua.
De acuerdo con Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), se tiene noción de que el producto entra por la frontera norte, pero la cantidad que ya ha ingresado a suelo nacional es desconocida.
“Hemos detectado ingreso desde Nicaragua en particular, donde hay más libertad de venta en el producto (...) como es una sustancia con algún nivel de ingreso permitido en el mercado transita con relativa libertad”, señaló.
“El producto circula con restricción, pero si se cumplen los requisitos se puede conseguir, no es como la cocaína que es prohibida del todo, sino que esta es prohibida para su consumo”, agregó.
Este año solo se reportan dos robos a veterinarias donde se llevaron este anestésico, el primero fue en junio en San Juan de Dios de Desamparados de donde se llevaron 66 frascos y hace una semana en San Sebastián donde sacaron 8 frascos.
Según el director del OIJ, esto debe ser un llamado de atención para dichos establecimientos, pues no descartan que los malhechores apunten a estos los locales veterinarios para abastecer su demanda.
INVITADO COMÚN EN LOS OPERATIVOS
Debido al nuevo auge que tiene el producto, para las autoridades es cada vez más común encontrar dosis de dicha droga en los allanamientos que llevan a cabo contra las organizaciones delictivas.
“La ketamina está apareciendo en muchos de los llamamientos que practicamos, es una sustancia que se está consumiendo bastante entre la población adicta, está creciendo su ubicación”, sostuvo.
“Para nuestra mala fortuna, es una sustancia accesible desde el punto de vista económico, relativamente fácil de transportar por venir en líquido, tiene múltiples posibilidades de utilización y adicionalmente su consumo es sencillo y por esa razón se ha puesto de moda”, insistió.
Según datos proporcionados por el OIJ, cada dosis de puede costar entre ¢2.000 y ¢3.000, lo que hace que se vuelva en algunos aspectos más lucrativa que otras sustancias como la cocaína o incluso la marihuana.
Además de ser barata, tiene varias formas de consumo, pues puede inyectarse, se puede inhalar o se puede utilizar en cigarrillos, lo que la hace más atractiva para los consumidores y genera más problemas a la policía.
Por tratarse de una sustancia líquida, transportarla es más sencillo, lo que facilita su trasiego desde la frontera para que llegue a los narcotraficantes que se encargan de preparar las dosis y luego venderlas.
¿QUÉ CAUSA LA KETAMINA?
De acuerdo con el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), la ketamina causa distorsión en las percepciones visuales y sonoras de los usuarios, generando la sensación de estar desconectados y fuera de control.
El uso de la droga puede trastornar los sentidos, el juicio, y la coordinación durante un lapso de hasta 24 horas luego de la ingesta de la misma, aunque sus efectos alucinógenos normalmente duran entre 45 y 90 minutos.
Su consumo se ha visto asociado a problemas graves, tanto físicos como mentales. Puede causar depresión, delirio, amnesia, trastornos de las funciones motoras, presión arterial elevada y problemas respiratorios potencialmente mortales.
Se cree que los agresores sexuales han usado la ketamina para incapacitar a sus presuntas víctimas, ya sea mezclándola con bebidas u ofreciéndole a las personas consumir la droga sin comprender los efectos que producirá.
En forma de polvo, la droga se aspira, o se comprime en forma de tabletas, y a menudo se consume en combinación con otras drogas como el éxtasis u otros alucinógenos.
El efecto del fármaco depende de la dosis, con dosis bajas, la persona puede sentirse eufórico, tener experiencias psicodélicas y mucha energía, pues la percepción del cuerpo, el tiempo y la realidad se altera grandemente.
Buscando sensaciones extremas muchos recurren a una alta dosis causando una experiencia cercana a la muerte conocida como el "K-hole”, pues al tratarse de un anestésico puede poner a alguien en un estado catatónico.
