Soy un hombre divorciado de 42 años. Desde hace cuatro años, vivo con mi actual pareja. Ella es una mujer joven, de 23 años. Sexualmente, en ella encontré lo que no tenía en mi matrimonio. Todo este tiempo la hemos pasado muy bien, y yo podía tener dos o tres relaciones sexuales por vez, pero desde hace 6 meses no puedo ni con la segunda relación. Me da mucha pena porque estábamos acostumbrados a tener varias relaciones sexuales.
El ser humano está diseñado para tener diariamente varias relaciones sexuales durante varios días seguidos. Sin embargo, en el hombre siempre debemos recordar que entre cada acto sexual se requiere un periodo de “descanso” o de “recarga”, que es el llamado periodo refractario. Es decir, para que el pene logre una erección realmente firme, es necesario que después de ocurrida la eyaculación, se guarde un compás de espera para conseguir una nueva erección.
Este tiempo varía de manera considerable de un individuo a otro e inclusive en el mismo individuo. Así cuando se alcanzan niveles intensos de excitación, se goza de un buen estado de salud, y se vive una vida sana y tranquila, suele ser más corto. En contraposición, cuando en el cada día reina el cansancio, el estrés, las preocupaciones, o las relaciones emocionales caóticas y conflictivas, es común que se requiera de más tiempo para conseguir una nueva erección.
Por eso, cuando vemos que, aún teniendo las condiciones más favorables para vivir la intimidad, no se logra una segunda erección, debemos consultar, porque es probable que se trate más bien de un problema físico que está afectando el mecanismo de la erección y que a la larga puede dañar permanentemente la respuesta sexual.
