El “Informe Trata de personas, trabajo forzoso y esclavitud moderna e investigaciones de ONG”, que se presentó la semana anterior en Colombia, asegura que en Costa Rica, México y otras naciones centroamericanas actúan grupos narcotraficantes dedicados a prostituir jóvenes venezolanas, aprovechándose de la crisis que enfrenta su país.
El diario mexicano El Universal compartió esta semana una publicación donde se dio a conocer el estudio colombiano auspiciado por la Embajada del Reino Unido en Caracas, Venezuela, y por las organizaciones no gubernamentales Paz Activa y Centro de Justicia y Paz.
Dos abogadas lideraron el informe, el cual describe que organizaciones colombianas dedicadas al tráfico de drogas, venta de armas y lavado de activos crearon un millonario mercado de la prostitución que explota a decenas de jóvenes que huyen del grave conflicto social en Venezuela.
En su mayoría las víctimas vienen de zonas rurales, que engañadas con falsas oportunidades de trabajo caen bajo el dominio de estas bandas narcotraficantes, que las envían a países como Costa Rica, donde estructuras criminales las obligan a bridar servicios sexuales a cambio de altas sumas de dinero.
“Colombia tiene un rol fundamental para las redes criminales de la trata de personas con fines de explotación sexual comercial porque es la puerta migratoria de los venezolanos”, aseguró la abogada Beatriz Borge, autora del informe que se dio a conocer la semana anterior.
PROSTITUCIÓN
De acuerdo con El Universal, en la presentación de los resultados por parte de la organización Casa de la Mujer se mencionó a Tiquicia como uno de los destinos de las venezolanas que viajan de país en país, siempre al mando de estructuras criminales, que las someten a la prostitución.
“Una vasta red colombiana de paramilitares, microtraficantes de drogas y de armas, bandas criminales y policías, militares y oficiales de migración corruptos emergió hace varios años como pieza clave de una operación que atrapó a las venezolanas para prostituirlas en cantinas, restaurantes, casinos, hoteles y casas de citas en México, pero también en otros países como Costa Rica, Panamá y Colombia”, dijo Olga Amparo Sánchez, líder de Casa de la Mujer.
RUTAS
La investigación determinó detalles que las autoridades de todos los países involucrados podrían utilizar para establecer la participación en las organizaciones de terceras personas destacadas en las naciones receptoras, que facilitan el ingreso de las mujeres por los aeropuertos, tal como lo señala el informe.
“El tratante como red tiene que estar trabajando de esa manera, sencillamente por la situación de vuelos en Venezuela. Y en Colombia las venezolanas necesariamente tienen que estar saliendo desde (el aeropuerto) El Dorado.
Los vuelos en Venezuela están restringidos y son muy onerosos. Por eso las venezolanas salen por tierra hacia Colombia y luego se van de Colombia hacia los demás países”, aseguró la abogada colombiana Lilian Aya, quien lideró el estudio.
REDES
La llegada de las víctimas a su destino la controlan redes de las organizaciones colombianas establecidas en los países receptores, eso les permite someterlas y montar la estructura de prostitución.
“Tengo identificadas zonas donde las jóvenes son explotadas y en estas redes, que son sincronizadas y es delincuencia organizada, hay venezolanos y extranjeros. Son redes y no hay casos aislados, que se pueden dar, pero básicamente en la trata interna.
Ellas tienen que trabajar en redes porque cuando cruzan fronteras se utilizan niveles importantes de corrupción por parte de los estados que facilitan la migración”, manifestó Aya.
OFRECIMIENTO
Las estructuras narco se valen del hambre del pueblo venezolano para ofrecer jugosas oportunidades de trabajo a las jóvenes. Muchas, convencidas de la honestidad de la oportunidad, emprenden un viaje sin retorno.
Una peculiaridad del fenómeno es que las víctimas se convirtieron en reclutadoras, adujo. “La base de la trata es la confianza. Es más fácil reclutar a una persona que uno más o menos conozca. Hay que ponerse en la mentalidad del tratante”, añadió.
“Las mafias ofrecen pagar boleto, ropa, comida, hospedaje y luego les cobran todo eso a las mujeres. Por eso las víctimas nunca salen del círculo vicioso, ya que siempre estarán endeudadas. Es la esclavitud moderna”, explicó.
TURISMO
En febrero el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) organizó en su sede de Cartago la conferencia “Trata de personas: factores de riesgo asociados al turismo y su prevención”, en la que se abordó el tema del turismo sexual que afecta a la región y específicamente a nuestras naciones.
En dicho encuentro representantes del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) se desvincularon de la promoción internacional de Costa Rica como un destino de turismo sexual.
“Nuestro país no ha impulsado ni impulsa el denominado ‘turismo sexual’, el cual busca ser eliminado desde toda perspectiva. Costa Rica ha velado por combatir las distintas formas de trata, entre estas la utilizada mediante el turismo, la cual se ha convertido en una de las plataformas para este fin”, comentó Damaris Arrieta, representante del ICT.
Durante ese evento especialistas internacionales describieron las causas del fenómeno de la esclavitud sexual, que según la investigación colombiana afecta a nuestro país.
"Entre Costa Rica y Zambia tenemos muchas similitudes: los problemas de pobreza, generaciones jóvenes y personas que buscan una mejor vida, lo que impulsa a que la gente se involucre en esta problemática", dijo durante su visita al TEC Elizabeth Mwansa, especialista africana en regulaciones sobre derechos, tráfico humano y trabajo infantil del Gobierno de Zambia.
ESFUERZOS
La última gestión del exmandatario Luis Guillermo Solís fue la firma de la Ley sobre Trata de Personas y Tráfico de Migrantes, que entrará en vigor como parte de los esfuerzos para hacer cumplir los objetivos que organizaciones internacionales promueven en Costa Rica y la región.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) informa que por cada víctima que denuncia existen 20 casos sin conocerse y si se toma en cuenta que entre 2010 y 2017 nuestro país denunció 167 casos, esta cifra superaría las 3.000 víctimas en nuestro territorio.
La Embajada de Estados Unidos mantiene el tema bajo observación y estimula el desarrollo de políticas más duras a la hora de tratar el tema.
“Felicito al gobierno costarricense por los esfuerzos que realiza en la lucha contra la trata de personas y a la vez hago un llamado para continuar con el proceso de modificación de la legislación costarricense sobre la trata de personas, una que le permita al país mejor enjuiciar y condenar a los tratantes”, expresó el embajador S. Fitzgerald Haney durante la presentación del último informe de trata de personas en 2017.
Aunque en Tiquicia pareciera que el tema de la explotación sexual de venezolanas no se conoce ni se investiga, algunas atienden en apartamentos privados en Paseo Colón, acondicionados para un trato personal y diferenciado, sin la presencia de otras mujeres en el aposento.
Aunque no se puede determinar que todas estarían bajo el mando de redes sexuales del narcotráfico, su modo de operar sugiere una estructura criminal bien organizada, con financiamiento y objetivos claros.
PERIODISTA: Gustavo Retana
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Sábado 12 Mayo, 2018
HORA: 12:00 AM
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