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Opinión

Carretera San José-San Ramón

Adrián José Naranjo Pereira

La carretera San José-San Ramón debe volver a ser concesionada, perdimos la oportunidad de solucionar un problema básico por una falsa promesa realizada por un grupo de personas que no enfrentará una sola consecuencia por su accionar. El Gobierno no tiene el dinero para capitalizar el fideicomiso (que ni ha comenzado a funcionar) y nadie le va a prestar los aproximadamente $200 millones para sembrar el capital al BCR por dos razones: 1) el desastre del Cementazo y 2) el riesgo que implica desarrollar obra pública en Costa Rica. El proyecto nos va a terminar costando entre $650 MM y $700 MM si se construye en un periodo entre los años 2020 a 2022 (mucho más que la concesión pasada), esto basado en un cálculo de inflación, devaluación y aumento del costo de los servicios profesionales requeridos y el aumento del costo de expropiaciones, en promedio este incremento ronda entre un 10 a 15% anual y como agravante los 10 años que perderemos en esta “toma de decisión”. 

Es una verdadera lástima saber que no va a existir una sola consecuencia a los proponentes y a quienes secuestraron un proyecto de importancia nacional para satisfacer sus intereses, basados en intenciones sin ninguna clase de contenido y, para peores, una serie de personas que utilizando la prepotencia como arma por puestos que tienen en universidades públicas y sus órganos, mintieron descaradamente sobre los costos reales y maquillaron números para poder “tener razón”. Una verdadera lástima. Por ejemplo, en el documento que publicó el Lanamme junto con el Instituto de Investigaciones Económicas de la UCR llamado “De la protesta a la propuesta”, pág. 21, se pone esta nota al pie de página: “Las estimaciones pueden realizarse también en dólares, en cuyo caso habría que incluir el tipo de cambio como una variable adicional en el cuadro 2, a la que habría que asignarle una distribución de probabilidad alrededor de una tendencia. En ese caso se asumiría un riesgo cambiario que habría que tomar en cuenta en el ajuste tarifario”. Esto demuestra la poca seriedad con la que fue manejado este tema, esto quiere decir que, aun cuando el proyecto nos cuesta en dólares, nos endeudamos en dólares y recibimos colones como medio de pago, todo fue calculado a un tipo de cambio estático, situación que, todos hemos sabido en los últimos meses, no sucede en la vida real, razón por la cual la propuesta se convierte en un absurdo.

Ahora el Gobierno central tendrá que hacer intervenciones en ciertos sectores con el fin de aliviar un poco la situación de las personas que transitan por la carretera más usada del país, sin que tengamos el dinero (porque el dinero del impuesto de combustible se gasta en otras cosas), ni la capacidad para solucionar un problema tan simple como una autopista. Este es el problema que nos hereda nuestra incapacidad para tomar decisiones y el dejar que comisiones “ad hoc” tomen el control de proyectos que son de vital importancia para el país. Ni tenemos carretera ni tuvimos concesión ni tendremos un costo menor de peaje, que fue lo que dio nacimiento a tan irracional problema.

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Martes 01 Mayo, 2018

HORA: 12:00 AM

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