Óscar Ramírez, técnico de la Sele, es un hombre de fútbol, pero no al 100%, de vez en cuando le gusta “desintoxicarse” del tema y hablar de otras cosas. Aunque todos los que se le acercan desearían tener con él una charla relacionada a la Tricolor, no siempre topan con suerte. “Machillo” comentó que hasta con su propia familia pone restricciones. “Por ejemplo, si hay una reunión familiar o una fiesta yo pienso disfrutar de eso, pero si me salen con temas de fútbol me voy para donde mis tías que no saben nada de eso”, afirmó.
Explicó que sus análisis los hace los más personal posible, trata de dejar la emotividad y la opinión de terceros por fuera, aunque nunca deja de apoyarse en sus asistentes quienes son los confidentes.
Reconoce que en la finca que tiene en Hojancha, Guanacaste, también encuentra una válvula de escape, pues con sus vecinos y amigos de la localidad conversan de otros asuntos, y si el fútbol sale a relucir, no se queda callado, pero sí es un poco esquivo.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
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Sábado 21 Abril, 2018
HORA: 12:00 AM