Una pareja de agentes de la Sección de Delitos Sexuales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) fue a indagar un caso, pero en un abrir y cerrar de ojos les robaron los chalecos antibalas que tenían en su vehículo policial.
Walter Espinoza, director de la Policía Judicial, confirmó los hechos a DIARIO EXTRA y aseguró que investigan lo sucedido.
“Dos compañeros (una mujer y un hombre) estaban realizando una entrevista de un caso de abuso sexual contra menor de edad, en el sector de Santa Teresita de Aserrí, y dejaron el vehículo estacionado en la vía pública.
Tenían que recorrer 25 metros hasta el sitio donde iban. En algún momento de la diligencia, uno de ellos se devolvió, abrió el carro y extrajo algunas cosas, pudo haber sido que se le cayeron las llaves y, cuando regresó al auto, que no tenía señas de que forzaran una cerradura, no estaban los chalecos antibalas”, explicó.
Circula otra versión según la cual ambos policías estaban en una soda y tuvieron que estacionar el carro donde no había visibilidad, por lo que no se percataron de que les abrieron el auto y les robaron parte del equipo que utilizan a diario.
Espinoza agregó que uno de los chalecos tenía las esposas de la oficial y un bastón policial, por lo que ahora hay una causa administrativa en Asuntos Internos que valorarán si se traslada a Inspección Judicial.
El OIJ pretende recuperar los implementos con los que contaba cada agente judicial y determinar quiénes les robaron el equipo, que está valorado cada uno en $2 mil.
Ambos agentes tienen alrededor de ocho años en la función y, según trascendió, no cuentan con causas semejantes a esta.
Y MÁS ROBOS
Pero esto no es un caso nuevo que se presenta, los dos más recientes se dieron dentro del edificio policial, donde un “gato casero” se llevó un arma de fuego calibre 9 mm que estaba guardada en la administración.
Fuentes confidenciales mencionaron que la pistola es de la marca CZ y tenía dos cargadores dentro del estuche. El 9 de agosto, el arma había sido entregada al armero, pero luego desapareció sin que se notara que hubiese algo forzado en el depósito.
Además, se sabe del misterioso extravío de droga en la delegación de Heredia, en que los jerarcas guardan silencio sobre lo sucedido.
Y, como si fuera poco, un arma marca Smith & Wesson, calibre 40, que se sospecha utilizaron para matar a una escolar en Limón, desapareció de un locker del OIJ antes de que fuera sometida a las respectivas pruebas de balística.
Pero tal parece que no fue la única sorpresa, ya que, en el vehículo de un sospechoso del asesinato, los agentes judiciales encontraron un chaleco antibalas que pertenece a esa delegación, el cual no había sido reportado como robado.
La Dirección del OIJ se mantiene muy sigilosa en cuanto a una falta considerada como gravísima, mientras Inspección Judicial indaga por lo sucedido, sin embargo, algunos agentes aseguran que dentro de la institución hay una mafia que opera a conveniencia.
