Jueves 25, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Espectáculos

PROVOCACIONES

 La sexualidad va más allá del acto carnal. El antes y el después suelen ser tan importantes como la misma dinámica sexual. Dentro del gran marco de opciones que se presentan, la iniciativa ocupa un lugar estelar y a veces protagónico en la vida íntima de las parejas. Unas veces él, otras veces ella y a veces los dos, inician, de manera sutil o deliberadamente franca, las provocaciones que encienden la llama de la pasión. 

Para muchos, esas señales sugestivas de “quiero sexo” son arrolladoramente excitantes, al punto de convertirse en el preámbulo de una placentera relación sexual. Sin lugar a dudas, sentirse deseado, sentirse apetecido, ser objeto de la lujuria es parte integral de la vivencia sexual que refuerza la autoestima de los amantes y estrecha aún más el vínculo emocional. 

No basta con tener relaciones sexuales, no basta con que él o ella acceda de buena gana, no basta con que se abran las puertas del amor, no basta con el deleite a granel. Es fundamental sentir el ansia in crescendo, el anhelo explícito del acercamiento íntimo. 

Tradicionalmente ese papel se reservaba al hombre, quien con su beligerancia sexual era el encargado exclusivo de propiciar los encuentros eróticos. Era función masculina decidir cuándo, cómo y dónde ocurrían las escenas sexuales. Nada sucedía en la cama marital que no fuera resultado de la propuesta masculina. 

Desde luego, ese panorama ya se superó y hoy ambos se complacen cuando la pareja lanza sin reparo sus insinuaciones, que son por sí mismas un aliciente sexual. Para la mayoría de los hombres, la iniciativa femenina es bienvenida, representa un incentivo sexual y hasta es entendida como una forma cifrada de “lo estás haciendo bien”.

Sin embargo, todavía algunas personas temen tocar las puertas del amor. Siempre esperan que sea su pareja quien busque. No dicen “quiero”, no evidencian su deseo, aun cuando gozan con creces el acto sexual. 

Como se entenderá, con el tiempo esta conducta deja un sinsabor en el otro miembro de la pareja, quien reflexiona: “¿por qué siempre tengo que ser yo quien empiezo?”. Esta apatía va generando dudas: “¿lo estará disfrutando?”, “¿lo hará solo para complacerme?”, “¿se habrá perdido la pasión?”. Esta incertidumbre puede dañar tanto el vínculo sexual como el emocional.

Antes, se creía que esto solo les pasaba a las mujeres. En realidad, es muy común en ambos miembros de la pareja. El temor, la vergüenza, así como ciertos problemas en la autoestima sexual suelen ser los grandes responsables de estas inhibiciones. 

Otros, más metódicos, programan los encuentros íntimos como si fuera una obligación, una tarea, un deber. Se dicen: “hoy toca”, con la idea errónea de que la vida sexual es algo mecánico y exigido, con lo cual le restan magia al acto sexual. 

En esas condiciones, cuesta sumergirse de lleno en la vivencia amorosa. En el preámbulo breve, el sexo pierde sabor: se vuelve insípido, frío, y a la larga sabe a poco. Esta situación pone en jaque los aspectos libidinosos del vínculo.

Por eso, los amantes siempre deben expresar con alegría y placer su deseo de intimidad, bajo el entendido de que esa es la mejor lisonja para la pareja.

 

PERIODISTA: Dr. Mauro Férnandez • Sexólogo

CRÉDITOS: Dr. Mauro Férnandez • Sexólogo

EMAIL:

Lunes 23 Octubre, 2017

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA