Los equipos siempre tienen que tener un jugador inteligente, que vea más allá de lo que ve el resto de compañeros, y Alajuelense lo tiene. Ese hombre es José Luis Cordero, quien ayer aprovechó un despiste de la defensa de Limón y en especial del portero Dexter Lewis, para marcar el gol del empate rojinegro, cuando al partido le restaban pocos minutos para el final.
La Tromba se puso en ventaja con el gol de penal de Andrey Francis, al minuto 66. Para entonces el equipo casa tenía el juego en el congelador, controlaba la pelota y se acercaba al segundo pepino.
Hasta que el árbitro central pitó una falta en los linderos del área y Cordero, especialista en cobros de tiro libre, tomó la pelota. El estadio se quedó mudo, los hinchas verdiblancos predecían lo que se venía y los manudos entendían que en esa jugada podía estar el empate.
El reloj marcaba el 82’. Cordero puso la pelota al piso, le buscó el mejor lado, se paró unos cuantos metros atrás para divisar bien la panorámica. ¡Bingo! Cordero analizó que la barrera de Limón era pequeña y que podía pasar la pelota por encima, pero en especial, notó que el cancerbero se arrecostó mucho al palo contrario, como esperando el centro. El volante se avivó de eso y con toque fuerte le puso la redonda al palo contrario a Lewis, quien se quedó sin reacción. Ese gol le vale a la Liga sumar un punto de oro para seguir metido en zona de clasificación, pero también le sirve al técnico Wilmer López, quien mantiene el invicto de 7 partidos desde que tomó las riendas del equipo.
El partido fue entretenido, con buen ritmo, los dos equipos volcados al ataque en busca de goles, no fueron mezquinos en la cancha pese al fuerte calor. Por eso se dieron opciones de gol en las dos porterías, especialmente a favor de los verdiblancos, que al estar en casa les tocó hacer el gasto.
Alajuelense se paró inteligente para manejar la carga física por la alta temperatura y al “Pato” López la rotación de jugadores que hizo le dio réditos, y sacó un empate que le sabe a victoria.
