El fútbol como fenómeno social
No existe fenómeno en el mundo con la capacidad de influir en tantos ámbitos (política, economía, sociedad, cultura) y en tantos países al mismo tiempo como el fútbol. Considerado el deporte más democrático que existe, porque es el más barato de practicar, se ha convertido con el paso del tiempo en un aliado de pobres y desfavorecidos ayudando a su expansión por todos los rincones del planeta. Costa Rica no es la excepción.
En cualquier momento y en cualquier lugar se puede improvisar una buena mejenga. Todos lo hemos hecho alguna vez. Basta un par de piedras como porterías y si no hay una bola, sirve hasta una de papel para empezar el partido. Se puede jugar descalzo. El escritor español Francisco Alcaide lo resume perfectamente: “El fútbol, siempre solidario, se abstrae de consideraciones económicas y se acerca de manera incondicional a las clases menos afortunadas”.
Muchos sociólogos afirman, por medio de diferentes estudios, la incidencia de los resultados de los partidos de fútbol en los estados de ánimo de los aficionados y, como consecuencia, en la productividad laboral. Vicente Verdú escribía: “Si tu equipo gana, el lunes será menos lunes”. Si se trata de la selección nacional mucho más. Un triunfo en las eliminatorias hacia el mundial se traduce en un mejor ánimo que afecta positivamente al rendimiento y lo contrario cuando nos toca perder: el aficionado se deprime y baja el rendimiento.
Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), visitó DIARIO EXTRA y confirmó su compromiso personal de hacer que el balompié le devuelva a la sociedad algo de lo mucho que le ha dado. Para eso es fundamental recuperar la credibilidad de una institución que quedó manchada por el escándalo de corrupción de su expresidente Eduardo Li. Mayor transparencia y control en las cuentas son los retos de una dirigencia que cumple 2 años al frente del fútbol nacional. A partir de ahí vendrá lo realmente importante y que tiene que ver con la responsabilidad social de un deporte apasionante. Hay que redoblar esfuerzos para volcar el fútbol hacia los pueblos. Invertir en la detección temprana de talentos, fortalecer las selecciones regionales y mejorar la formación integral del deportista, producir buenas personas, antes que buenos porteros o delanteros.
La Fedefútbol debe velar por democratizar el fútbol, que haya equipos competitivos en cada provincia. Clubes con estructuras sanas a nivel deportivo y económico. La demanda, o el interés, de las competiciones aumentará conforme menores sean las diferencias entre las capacidades de los competidores y, por lo tanto, más impredecible sea el resultado final.
En manos de Rodolfo Villalobos y su Comité Ejecutivo está mucho más que 3 puntos o clasificar a Rusia 2018. Están los sueños y las ilusiones de miles de costarricenses que hacen del fútbol parte muy importante de sus vidas.
