CONSULTA: ¡Hola caballero! A través de este medio quiero más que un consejo, una ayuda. Soy profesor de una institución educativa ya casi entrando a los 50 años, nunca me he casado, pues primero me dediqué a estudiar y formar un patrimonio para ofrecer a la que fuera mi esposa, y bueno, hoy puedo decir que tengo mi vida resuelta, ya que tengo mi casa, mi carro y una propiedad en la playa...
Me falta solo mi prometida y aquí está el tema. Resulta que estoy ilusionado con la que lleva la carne al centro donde yo trabajo. Usted la viera, Profesor, es tan trabajadora, tiene una sonrisa encantadora, trabaja con un señor mayor, supongo que es una empresa familiar porque una de las cocineras me dijo que él era su padre.
El punto es, Profesor, que no me atrevo a hablarle. La veo demasiado para mí porque aunque sea solo una repartidora de carne su presencia y su forma tan educada de hablar me hace ver que es educada y por qué no hasta preparada académicamente.
Profesor quisiera por su medio comunicarme con ella y por la misma razón hacerle llegar mi correo electrónico ([email protected]) para que me escriba y así poder entablar una amistad y si es la que está destinada para mí, que todo se dé.
Por eso quisiera que haga referencia en el título de mi carta para así lograr que ella se entere de que es la protagonista de mi carta. Atte., Danilo M.
Encuentre la respuesta del Profesor Corazón en nuestra edición impresa de hoy
Vida
“Me enamoré de la chica que reparte carne”
Sentimientos en Conflicto
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