El mantenimiento que da el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) a las calles que se encuentran asfaltadas no es suficiente para las necesidades del país, según el sétimo Informe de Evaluación de la Red Vial Nacional Pavimentada.
El texto fue presentado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), institución perteneciente a la Universidad de Costa Rica y la cual realiza dicho análisis cada dos años.
Luis Guillermo Loría, coordinador general del Programa de Infraestructura de Transporte, explicó que la labor del Conavi no es suficiente y aunque se ha visto una mejoría en el tema, es de muy poco porcentaje, además de que existe una cultura de tapar más huecos que reparar las calles.
“Notamos que hay una tendencia a tapar huecos o poner sobrecarpetas, pero eso no alcanza para mejorar nuestros pavimentos, para que la inversión sea correcta tendríamos que ver muchas de estas carreteras migrar a un estado bueno”, dijo.
El Conavi tiene a su cargo aproximadamente 5.500 kilómetros de calles pavimentadas en todo el territorio nacional, sin embargo, Loría fue claro en que la inversión en infraestructura de transporte que la institución hace no está orientada a mejorar el patrimonio vial de Costa Rica.
Para que pueda observarse un cambio verdadero en la infraestructura vial nacional, se requiere de variantes estratégicas en la operatividad del Conavi.
De acuerdo con Roy Barrantes, coordinador de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional, el cambio es necesario para asegurar que en un futuro los trabajos sean los adecuados.
“Hay que implementar el sistema de gestión de activos, este sistema va a permitir definir de forma ordenada toda la inversión realizada en la conservación de la red vial, de no contarse con dicho sistema toda inversión será poco duradera y no responderá a las necesidades de las rutas nacionales”, sostuvo.
Ejemplificó que es normal ver carreteras a las que en un corto tiempo sin mantenimiento se deterioran de manera acelerada, demostrando que el proceso actual no es el más adecuado.
El informe evalúa la capacidad estructural de las vías, es decir si puede soportar las cargas de los vehículos sin que falle de forma acelerada y además su capacidad funcional, lo que significa si es confortable para los usuarios.
Por último, declararon que al no haber una política de intervención coherente que use los principios de gestión de activos, ver una mejor calidad en las calles puede ser algo que tome demasiado tiempo.
Por lo que esperan que el Conavi y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) busquen una manera de implementar el modelo y dar seguridad a los ciudadanos.
