San Pedro Sula.- El clásico centroamericano trae recuerdos, buenos y malos, pero recuerdos al fin. Uno de los pocos buenos fue el del 17 de noviembre de 2004.
La Tricolor ocupaba puntuar en Honduras durante la última fecha de la cuadrangular. Era una exigencia con carácter de obligación. ¡Lo hizo! En un sufrimiento de más de 90 minutos para la afición, pero un juego de corte quirúrgico y cálculo matemático para Jorge Luis Pinto, la Sele empató sin goles. Clasificó a la hexagonal y dejó fuera a la selección catracha de José de la Paz Herrera, “Chelato” Uclés.
Uno de los hombres que aquella noche se vistieron de rojo fue José Luis “Puppy” López. Acostumbrado a ser un candado en el mediocampo, le tocó vivir uno de los juegos más cerrados y sufridos en la historia de las visitas ticas a tierras hondureñas.
El escenario fue el mismo que tendrá a ambos combinados hoy, el Francisco Morazán.
“Había mucha tensión, mucha expectativa y trabajo. Nos fuimos a Guápiles para emular un poco la temperatura que íbamos a sufrir en Honduras. Con Pinto todos los detalles estaban cubiertos”, recuerda el hoy empresario.
Con pasto crecido, recién cortado. De noche o de día, como sea. El Morazán siempre ha sido campo complicado para la Tricolor, así lo recuerda López.
“En ese momento no era una buena cancha. La gente estaba muy cercana a la cancha. Hicimos un gran partido. La sufrimos, pero logramos el objetivo”, celebró 12 años después el “Puppy”.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Ronald Villalobos Obando
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Martes 28 Marzo, 2017
HORA: 12:00 AM
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