La Policía de Tránsito cumplió ayer 89 años de servicio en carretera. Su primera caseta estuvo ubicada en La Sabana a cargo del director en ese entonces, Donato Iglesias, luego de que en 1902 llegara el primer vehículo a nuestro país.
Los 750 oficiales que conforman actualmente ese cuerpo policial trabajan a diario bajo el sol o la lluvia. Piropos amorosos y vulgares así como agresiones verbales o físicas, es parte de lo que tienen que enfrentar a diario en su labor, cuyo objetivo es la seguridad y la paz en las calles.
En 1926 se constituye la Dirección General de Tránsito, que con el paso del tiempo enfrenta algunos cambios como pasar a pertenecer al Ministerio de Seguridad Pública y en 1975 pasa a manos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, donde permanece actualmente.
Mario Calderón, actual director, se mostró satisfecho por la labor de los oficiales a lo largo de la historia. “Son 89 años sirviendo y cumpliendo bajo el sol, el agua, madreadas y hasta piropos lindos y feos que recibimos algunas veces. Donde está la emergencia ahí encontrarán un oficial de tránsito que brinda seguridad y confianza en carretera”, detalló.
En el libro de registro de ese cuerpo policial aparece como uno de los primeros conductores el doctor Raúl Blanco Cervantes, quien en 1930 se puso en regla con las autoridades con tan solo 26 años.
EXPERIENCIA EN CALLE
William Rojas, oficial de tránsito con 36 años de servicio, conversó con DIARIO EXTRA sobre las experiencias vividas en carretera.
“Ingresé en 1978 con los primeros 20 oficiales que aprobamos las pruebas, mi primera labor fue lavar los pocos carros de la dirección, siendo oficial, logré pasar por todos los puestos hasta llegar a una jefatura. Cuando me ascendieron para estar en carretera fue bonito, ahí empezó la adrenalina, no siempre era lo mismo”, agregó.
Rojas recuerda con nostalgia pero con orgullo el pasado y la transformación que se ha dado en la Policía de Tránsito.
“Recién entrando a la institución me tocó atender un atropello, cuando llegué era un niño que estaba fallecido en una calle de San Pedro de Montes de Oca, corría el año de 1989. En una de las huelgas que me tocó cubrir fui herido con un cuchillo y amenazado de muerte, siempre se ponían bravas, pese a que nos tocaba agilizar la vía”, recordó.
En 1960 los uniformados se subían a un banco de madera para dirigir el tránsito en San José, en una época en que los carros eran escasos; hoy son alrededor de 2 millones de autos.
