Madrid. (EFE) - El sentido colectivo y un plan efectivo acercaron al Atlético de Madrid a los cuartos de la final de la Copa del Rey con una victoria por 2-0 sobre el Real Madrid, contra las cuerdas a la espera de la vuelta en el Santiago Bernabéu y anulado en ataque por la firmeza de un impenetrable equipo rojiblanco.
Un gol de penalti de Raúl García y un cabezazo del uruguayo José María Giménez culminaron en el marcador el sólido planteamiento del conjunto local, inabordable atrás, potente en el despliegue y concreto arriba, tres cualidades que anularon el fútbol ofensivo del Real Madrid e impulsaron una buena ventaja para el Atlético.
Nadie quiso riesgos ni nadie se fió de su rival. Todo estaba planificado a 180 minutos, entre la ida del Calderón y la vuelta de dentro de ocho días en el Santiago Bernabéu. Por el Atlético, compacto en defensa y largo, rápido y vertical a la contra, y por el Real Madrid, dominador sin profundidad, casi siempre en horizontal.
Todo el primer tiempo se movió en esos parámetros, agitados por momentos por alguna arrancada del francés Antoine Griezmann o Fernando Torres, por alguna internada por la banda del equipo blanco y por las acciones a balón parado, como la primera del Real Madrid, con testarazo de Sergio Ramos y respuesta fenomenal de Jan Oblak.
La prioridad era minimizar los daños en cada portería, no el gol en la otra área. Cada uno a su manera y cada uno con contados y tímidos momentos de rebelión contra la táctica, pero, ya transcurridos los primeros 45 minutos, los dos con un juego plano, previsible y atascado en las defensas contrarias, por encima de los ataques.
Un agarrón de Sergio Ramos a Raúl García, innecesario por la situación de la jugada, un saque de banda con la única opción de peinarla o controlarla de espaldas como mucho para el centrocampista navarro, terminó en penalti, transformado por él para agitar el derbi.
La reacción en el banquillo del Real Madrid fue inmediata: Cristiano Ronaldo, a jugar.
No tuvo ni una sola opción Cristiano, apenas un lanzamiento desviado de falta, cuando el reto aún era mayor con el 2-0 del Atlético, un testarazo de Giménez a saque de esquina de Gabi, un golpe más para un Real Madrid irreconocible en ataque, sin pegada, sin ritmo, sin desborde y contra las cuerdas a falta de 90 minutos.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Iñaki Dufour / Especial para DIARIO EXTRA
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Jueves 08 Enero, 2015
HORA: 12:00 AM