La posibilidad de salir del colegio con un valor agregado que permita a los jóvenes integrarse de una manera más fácil al mercado laboral propició la apertura del primer colegio técnico privado en el país. Si bien es cierto, hay varias instituciones educativas de este tipo, todas son públicas.
La institución será parte del Centro Educativo Nueva Esperanza y ofrecerá la posibilidad de estudiar contabilidad, electrónica en telecomunicaciones y ciencias de la computación en el desarrollo de software. El centro se ubica en San Juan de Santa Bárbara de Heredia, comenzó a impartir lecciones ayer y tiene como objetivo de garantizar el desarrollo profesional de los estudiantes.
La iniciativa fue bien vista por las autoridades gubernamentales, al destacar que se requieren personas con nuevos conocimientos.
“Nuestro país requiere de un capital humano cada vez más fortalecido, con competencias propias de la economía de la innovación, donde la formación y la educación técnica tienen un papel trascendental para lograr mejores oportunidades de empleo y para mejorar las bases de quienes continúen hacia carreras de ingeniería y ciencia. Es muy satisfactorio ver cómo estas iniciativas apoyan al talento joven con ideas que van en beneficio no sólo de las personas, sino del país y de su desarrollo”, manifestó Alejandro Cruz, ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones.
Gabriela Llobet, directora general de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), destacó que estas instituciones representan un impulso para los jóvenes que buscan empleo luego de salir de secundaria.
“Es importante seguir prestando atención a las necesidades de la industria para graduar más técnicos en áreas de demanda y facilitar así la inserción laboral de los futuros trabajadores”, acotó Llobet.
