¿Un día para valorar al adulto mayor?

El 1 de octubre se celebró en Costa Rica el día del adulto mayor, y se anunció que durante todo el mes se celebrarían actividades con ese motivo. El origen de esa conmemoración se fundamenta en la resolución 46/91 de la ONU, en la que se aprobaron una serie de principios a favor de estas personas, y se estimula a los países a aplicar dichas regulaciones.

Entre esos principios se destaca el de dignidad, consagrado en el numeral 33 de nuestra Carta Magna. La Resolución 46/91 al referirse a este principio indica que las personas de edad deberán vivir con dignidad y seguridad, libres de explotación y de malos tratos físicos o mentales; recibir un trato digno, independientemente de la edad, sexo, raza o procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones, y deben valorarse independientemente de su condición económica.

Desafortunadamente en nuestra sociedad el respeto a la dignidad del adulto mayor queda solo en el papel; basta con visitar algunas de nuestras instituciones para ver una clara vulneración a ese principio, y lo más doloroso es que esas agresiones se dan en lugares tan importantes para los adultos mayores como es un hospital.

Puedo citar (hasta con nombres y apellidos) el caso de un adulto mayor de 82 años y oxígeno dependiente que fue remitido al Hospital Calderón Guardia a las 12 de la noche, y al día siguiente a las 2 de la tarde lo mantenían sentado en una silla cualquiera, esperando a “que se terminen los exámenes para ver que decide el doctor.” Al consultarle a la enfermera a cargo dijo que también había otro señor de 86 años que estaba esperando, y que ella “no podía hacer nada.”

Esta mañana, mientras caminaba, a las 6 a.m. vi una larguísima fila de personas esperando a que abrieran un EBAIS, y en ese grupo había muchos adultos mayores. ¿No sería posible que todas esas personas –sobre todo ellos- obtuvieran su cita el día anterior y no tuvieran que madrugar, hacer la larga fila y luego esperar el turno asignado? Igualmente en la llamada Clínica Central vi a un guarda obligando a hacer fila a un señor que tenía 90 años, no respetó ni sus canas ni la intervención que hicimos algunos a favor del anciano. Muchas veces en un autobús se puede ver a jóvenes estudiantes sentados cómodamente, mientras un adulto mayor lucha por mantener el equilibrio viajando de pie. En fin, son muchas las vejaciones a las que en nuestro medio se somete el adulto mayor.

En realidad no se debe pensar en un día o en un mes del adulto mayor, hacer bailes y concursos no es reverenciar su dignidad. Se requiere respetar la normativa existente, recuperar antiguas virtudes de respeto a los mayores y recordar que “La vejez y la maternidad son sacerdocios de la naturaleza”. Esto empieza por casa y continúa en el sistema educativo. Cuando se logre, podremos celebrar gozosos al Adulto Mayor, con la seguridad de que en Costa Rica se respetan los derechos de las personas adultas mayores.

*Abogada

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Martes 22 Octubre, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Ana Victoria Badilla