Los indígenas ngäbe o guaymíes de La Casona, en Limoncito de Coto Brus, tuvieron una de las mayores celebraciones en la tribu. La elección del cacique que estará al frente de la comunidad por el resto de su vida.
Pedro Palacios Romero será, desde ahora hasta el día de su muerte, el encargado de velar por el bienestar de su pueblo en una de las áreas más alejadas del país.
El puesto de jerarca supremo en la comunidad ngäbe es un gran honor y privilegio, por esa razón el festejo duró dos días. Durante el fin de semana, indígenas de Santo Domingo y Puerto Jiménez llegaron a felicitar a Palacios.
También se hicieron presentes muchos foráneos que llevaron sus tiendas de campaña para ser testigos de tan legendaria fiesta.
LA ELECCIÓN
Un equipo de DIARIO EXTRA se adentró en la comunidad guaymí para saber más sobre el mítico ritual, que no se lleva a cabo muy seguido, ya que al ser este un puesto vitalicio esta es la primera vez, desde que se asentaron en el lugar, que tienen elecciones porque su antecesor fue el fundador de La Casona.
El jerarca anterior, Pedro Bejarano, murió hace 8 meses, dejando un puesto que solo pudo ser llenado por su hijo. Se estima que el cacique murió de 98 o 100 años, ya que su fecha de nacimiento nunca se registró.
Los pobladores recordaron con cariño a Bejarano, quien era muy amado por su gente, por esta razón durante el consejo de votaciones se eligió por unanimidad a su hijo, y aunque es de apellido diferente, les recuerda a quien fue su defensor por tantos años.
El sábado en la mañana el concejo se reunió a puerta cerrada para votar y elegir, además del cacique, a sus 13 colaboradores, que serán los encargados de ayudarle en todas las labores del puesto.
Después de la reunión secreta se presentó a la comunidad su nuevo “gran padre”, quien se vistió con un traje ceremonial que consiste en un sombrero de plumas heredado de su progenitor, un bolso colorido hecho a mano por la mujeres del territorio, una camisa y pantalón simples con diseños coloridos.
LA CELEBRACIÓN
Después de la presentación formal, la fiesta comenzó con bailes y música tradicional. Hasta los testigos de la ceremonia se apuntaron pegaron una bailada en la típica danza de “La serpiente brava”, que trata de imitar los movimientos de este reptil al son de la música tocada por uno de los hermanos de Palacios.
Cuando terminaron los bailes, el nuevo cacique tocó y tanto indígenas como turistas se le unieron interpretando una tonada con el ritmo hipnotizante de los tambores.
Las mujeres del territorio aprovecharon la ocasión para vender artesanías como vestidos, collares y pulseras. También relataron cuentos sobre la naturaleza en su lengua madre, el guaymí.
Los más tradicionales y mayores del lugar se pintaron la cara como símbolo de fiesta, ya que hacer esto es una de las costumbres más antiguas. El rostro marcado de negro simboliza la felicidad que se siente en una celebración.
Entrada la noche seguía la fiesta y el salón del pueblo se convirtió en un pista de baile, donde una marimba puso la nota musical al ambiente.
SER EL JERARCA
Don Pedro, de 39 años, comentó con DIARIO EXTRA que espera que su hijo mayor, también llamado Pedro, sea su sucesor cuando él muera y que su responsabilidad ahora va más allá de tratar temas locales, sino que parte de sus obligaciones es recuperar territorios de la reserva que les han arrebatado.
Para el domingo la celebración cesó para dar paso a las reuniones oficiales del concejo, que en guaymí discutió las nuevas funciones y decisiones que deberán tomar en conjunto. Luego, con la autorización de los delegados, El Periódico de más Venta en Costa Rica ingresó al recinto.
En la junta se trataron los temas en que trabajarán más arduamente, a saber: la recuperación de las tierras, recibir donaciones, conservar su cultura, preparar a las personas en la elaboración del arte autóctono y dar un uso sostenible a las cosechas.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Ariana Cabezas Mejía, colaboradora. Fotos: Oldemar Siles
EMAIL: [email protected]
Martes 28 Mayo, 2013
HORA: 12:00 AM
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