Algunas son de trapo, otras de plástico, y las más llamativas de porcelana, pero todas tienen algo en común: son muñecas, las cuales por más de 60 años acompañan los días de una mujer.
En Guadalupe, Goicoechea (San José), encontramos una humilde morada que irradia ternura y alegría; se trata del hogar de Flory Quesada, la cual alberga un tesoro: su colección de muñecas. Por ellas hizo enormes sacrificios desde la infancia para poder mostrar con orgullo y detalle a cada una de ellas.
La situación económica que atravesaron sus padres la hicieron dejar los estudios de quinto grado de la escuela para comenzar a trabajar con un negocio familiar; situación que le permitió ahorrar parte del dinero que le daban para poder comprar su primer muñeca.
¨Recuerdo que la primer muñeca la compre con sólo un ¢1.50, estaba muy feliz de tenerla, siempre había querido una y fue así como comencé a comprarlas, poco a poco¨, expresó Quesada.
Uno de los rasgos característicos que distingue su colección es contar (en su propiedad) con las famosas muñecas de marca Tortuga, ya que fueron las primeras en ingresar al país. Además de eso, una sección completa de tipo porcelana, las populares barbies de diversos estilos y años, muñecos repollo, Paco y las modernas hijas de las princesas de Disney.
¨La muñeca Tortuga y la muñeca Pebbles (hija de Vilma Picapiedra), son otras de las primeras muñecas que abracé. Recuerdo que se debió a un esfuerzo grande, ya que como éramos pobres, mamá no podía darnos las muñecas, entonces yo las escondía para que no se diera cuenta y así poder jugar a escondidas al lado de mis hermanas; eso duró mucho tiempo¨, acotó.
En el estante principal se encuentran las de porcelana, donde hayamos ejemplares con finos acabados, vestuarios exuberantes y llamativos que caracterizan a este estilo de muñecas, así como la versión moderna de la Cenicienta como una de las últimas adquisiciones.
También se logran visualizar las primeras muñecas de su colección y las hijas de las princesas de Disney, siendo la de La Bella y la Bestia una de sus más queridas y se destaca una muñeca de más de medio metro de alto.
En el caso de la Barbie, encontramos una repisa en su habitación. Quesada cuenta que la primera que tuvo fue la Sirenita (Ariel), del cuento de Disney y poco a poco fue agregando diversas categorías como las tradicionales, personajes, profesiones, las princesas y príncipes, variedad de muñecos ken y una diversidad de artistas destacados. También tiene la sección de colección con figuras limitadas entre las que se destaca la Barbie de Marilyn Monroe.
Adornando su cama, posee una variedad enorme de muñecas repollo, las famosas hechas de trapo y el característico y muy conocido muñeco Paco.
Pero sin lugar a dudas, un aspecto relevante de mencionar de Quesada, es su pasión eterna por las muñecas y como esta afición no dejará de ser un hábito que formará siempre parte de su vida.
¨Para mí las muñecas son algo maravilloso, realmente hermosas y me inspiran ternura. Espero siempre seguir coleccionándolas y poder heredar a mis hijos este grandioso legado, para que ellos lo cuiden o lo donen a alguien que ame las muñecas y las vayan a disfrutar¨, finalizó.
Una colección que abarca más de 300 muñecas, pero sobre todo historias de un pasado, vivencias y anécdotas memorables que permanecen en el corazón.
La próxima semana conoceremos recuerdos inolvidables de Carlos Peña, a través de su colección de objetos de diversas partes del mundo.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Mario Andrés Alfaro Chaves, Colaborador
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Lunes 03 Junio, 2013
HORA: 12:00 AM
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