Pedro Rojas, alcalde de Sarapiquí, es uno de esos funcionarios que ya se encuentra prácticamente entronizado en su puesto, y a pesar de eso procura continuar al frente cuatro años más. Acumula 16 años de ser quien lleva las riendas de este gobierno local, pero ahora busca alcanzar más de dos décadas como el titular.
Lo anterior en medio de un entorno social que perjudica prácticamente a todos por igual, en este cantón los 80.895 pobladores estimados para el año 2019 claman por soluciones de empleo, pues a pesar de tener dos centros de educación superior de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED) sus graduandos deben emigrar para procurarse sustento.
En materia de desarrollo social Sarapiquí ya no se puede encontrar más bajo, ocupa el lugar 81 en todo el país con una pobrísima nota de 0.71, y donde la posibilidad del clima laboral se reduce a un paupérrimo puesto 61 entre todos los 82 cantones.
Por otra parte, el desarrollo social de las féminas sarapiqueñas es prácticamente un ideal utópico de acuerdo con los datos que compila el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de cara al proceso electoral del próximo febrero, en este apartado se colocan en el lugar 73, su nota es de 0.649.
En este particular los índices delictivos de Sarapiquí son de los más elevados en toda la provincia de Heredia, pues solo los del cantón central se le comparan. En cuanto a crímenes que involucraron a mujeres, en el 2018 se registraron 11 casos de violación o tentativa de este tipo de delitos y en ese mismo año se registró un caso de femicidio. Si se trata de casos de delitos generales se cuentan 721 asaltos, hurtos, robos o tachas.
El gobierno local no puede argumentar inexistencia de recursos, porque de acuerdo con datos que brinda la Contraloría General de la República (CGR) pese a ubicarse en los gobiernos locales de categoría D, es decir con menos recursos aprobados vía presupuesto, en cada uno de los últimos 3 años se tiene registro de montos superiores a los 6.000 mil millones de colones.
Pese a lo anterior, entre 2016 y 2017 el plan de gastos del gobierno local sufrió una variación negativa, pues en lugar de ¢6.475 millones pasaron a ¢6.243 millones, sin embargo, para el 2018 volvió a crecer el plan de gastos hasta los ¢6.711 millones. Todo esto sin lograr atender los diferentes esquemas de atención que requiere este poblado.
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CRÉDITOS: Foto: Alfonso Gatgens, corresponsal
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Jueves 16 Enero, 2020
HORA: 12:00 AM
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