La invasión de las empresas piñeras en áreas silvestres protegidas alcanzó las 3.824 hectáreas, mientras que en los humedales la cifra llegó a 16.385 hectáreas.
Los datos provienen del apartado ambiental del vigésimo quinto informe del Programa Estado de la Nación.
De acuerdo con el análisis, la situación refleja un problema de desconexión entre la sostenibilidad y la agenda de desarrollo, la cual limita las mejoras en materia ambiental.
En la investigación se detectó que dentro de los factores que generan esta problemática destaca la ausencia de políticas públicas que permitan mitigar los impactos ambientales.
“En algunas áreas se mantienen políticas de poco alcance que evidencian la carencia de criterios ambientales para el uso de los recursos: los problemas crecientes de contaminación como es el caso de la dependencia de los hidrocarburos y los agroquímicos, el rezago en tratamiento de aguas residuales y los problemas de gestión de residuos sólidos.
La falta de fortalezas en la política de transporte y contar con una matriz energética insostenible genera grandes cantidades de gases de efecto invernadero que aportan el cambio climático y la afectación del aire, sobre todo en zonas urbanas”, señaló el estudio.
El Estado de la Nación halló que existe un débil cuido de las áreas silvestres protegidas, generando cambios de usos o alteraciones de carácter legal o ilegal en dichos sitios.
El 25,2% de los cultivos de cannabis que se erradicaron entre el 2007 y 2018 estaban dentro de las áreas silvestres protegidas.
ALARMA
La Federación de Ecologistas para la Conservación para la Naturaleza (Fecon) expresó su preocupación por la alarma generada por los datos del Programa Estado de la Nación.
Henry Picado, presidente de la organización, comentó que la impunidad del delito de la expansión piñera sobre las áreas silvestres protegidas no es de interés de las autoridades gubernamentales.
Picado acusó al gobierno de Carlos Alvarado y al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de negarse a atender como corresponde la situación de la expansión piñera amenazante.
“Estos datos del Estado de la Nación revelan no solo que este monocultivo se sigue expandiendo en forma descontrolada, dijo que se está haciendo en lugares donde no se debería estar sembrando este tipo de monocultivo industrial.
El delito de la destrucción ambiental continúa impune a pesar de las denuncias, del malestar ciudadano que esto genera y a pesar de que el gobierno está incumpliendo sus funciones por velar y cuidar el ambiente y por cumplir el mandato constitucional de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado en el artículo 50”, añadió Picado.
El experto ambiental señaló que las 3.800 hectáreas de monocultivo de la piña están directamente impactando al país, por lo que debe prestar un llamado de atención para que se conversen las áreas silvestres protegidas.
PERIODISTA: Greivin Granados
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Viernes 15 Noviembre, 2019
HORA: 12:00 AM
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