A partir de la facturación de octubre los más de 500.000 abonados de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) tendrán un aumento del 4,72% en la facturación, el cual se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2020.
La empresa presentó en junio una petición de alza del 6,19% a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), por concepto de liquidación tarifaria del periodo 2017-2018, pero tras la valoración respectiva el ente regulador aprobó un porcentaje menor.
Mario Mora, director de la Intendencia de Energía de la Aresep, afirmó que “en lo que corresponde a la tarifa de distribución, que es la que los usuarios pagan en sus hogares o en sus empresas, el ajuste solicitado por la CNFL era del 6,19% y luego de los análisis técnicos realizados por la Aresep se tomó la decisión de autorizar un ajuste del 4,72%, el cual regirá a partir del 1 de octubre de este año”.
Entre las razones para aprobar un ajuste menor se encuentra el hecho de que la CNFL no logró justificar debidamente algunos rubros de su quehacer operativo.
“Considerando el consumo proyectado y la diferencia entre tarifas, se estima que la disminución en los ingresos de la empresa distribuidora estará cercana a los ¢3.228,5 millones durante el periodo de 15 meses entre el 1 de octubre de 2019 al 31 de diciembre de 2020.
Lo anterior conlleva un rebalanceo en las restantes tarifas, las cuales se ajustarían en un 0,81% respecto a la tarifa vigente, o de un 0,78% respecto a la tarifa propuesta ajustada por efecto de liquidación (incremento del 3,81%). De esta manera el ajuste final global es del 4,72%”, se lee en la resolución RE-0061-IE-2019.
La petición de aumento tarifario de la CNFL contó con la oposición de varias cámaras empresariales y la Defensoría de los Habitantes, que pidieron no aprobarla.
En el caso de la Defensoría, esta pidió a la a la instancia reguladora que se revisaran los costos considerados como reales y efectivos, principalmente las discrepancias en las cuentas de depreciación y pérdidas por deterioro y desvalorización, de manera que contemplen solo los costos necesarios para prestar el servicio.
Al respecto la Cámara de Industrias de Costa Rica en su momento también externó su disconformidad a la gestión planteada por la CNFL.
Entre los cuestionamientos de esa organización está que la Compañía no controló los gastos en rubros de pérdida por deterioro y desvalorización, depreciación y convención colectiva.
Por ello entre las consideraciones hechas por la Cámara de Industrias a la Aresep está que en el periodo octubre 2017-diciembre 2018 la CNFL obtuvo más ingresos de los presupuestados por un monto muy superior al esperado de ¢11.550 millones, al tiempo que tuvo el problema de un desvío en los costos y gastos de operación de los aprobados por la instancia reguladora.
Al mismo tiempo detalla que la CNFL para pasar por gasto tarifario presenta rubros que no resultan razonables, como una depreciación superior a la aprobada, según los activos requeridos para brindar el servicio, o pérdida por deterioro y desvalorización, que no parecen gastos normales de operación.
Por ello la Cámara pidió al ente regulador “revisar la pertinencia de cargas, excesos o desvíos a los costos y gastos aprobados por el Regulador, en especial por su impacto los rubros de pérdidas por deterioro o valorización de activos y depreciación y moderar el aumento de tarifas solicitado para que los consumidores no tengan que asumir en tarifas pérdidas o riesgos que debieron cubrirse en la administración normal de riesgo implícitos en la actividad que realiza la CNFL”, se desprende de la resolución de la Aresep.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
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Jueves 19 Septiembre, 2019
HORA: 12:00 AM
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