Francella Rodríguez, portera de Zarcero, no puede dejar en el camerino sus inseparables anteojos cada vez que entra al rectángulo de juego. Ella participa en sus quintos Juegos Nacionales y asegura que tienen todo para ganar el oro. Hoy disputan la semifinal.
La joven recordó que empezó a jugar fútbol 11, en la plaza como ella misma lo destaca, pero cambió el zacate y la tierra por el cemento de los gimnasios. Desde los 13 años prefiere rasparse las rodillas y los codos en las superficies duras de las canchas, algo de lo cual no se arrepiente.
El tema de los entrenamientos no es algo que le preocupe, asegura que vive cerca del gimnasio donde hacen las prácticas, además siempre cuenta con el respaldo de sus padres.
Cuando se le preguntó por su afinidad bajo los tres tubos, indicó que es algo que trae de herencia. “Mi abuelo era portero (Gabino Rodríguez), me han contado que él atajó con San Ramón, esto lo traigo en la sangre”, comentó.
El tema de los lentes llama la atención a propios y extraños. Contó que tiene un problema en la vista y por esa razón debe utilizarlos, pero no fue sencillo conseguirlos porque en Costa Rica no los vendían.
Al principio usaba lentes de contacto, pero no eran tan útiles. Las cosas se empezaron a complicar cuando recibía remates de marco a marco, “no veía nada”, desde el 2016 usa los que ahora le ayudan a repeler los ataques del rival.
Rodríguez contó una de sus anécdotas con este tema. “Un día íbamos para Desamparados, llevaba lentes de contacto, pero tengo un ojo más grave que el otro y me puse los puse al revés, no veía nada, tuve que quitármelos, al final tuve que jugar sin lentes”, recordó.
Francella fue declarada la mejor jugadora del partido contra Pococí, donde ganaron 7-2. Ella busca su tercera medalla en las justas, ya que en 2016 se adjudicó el oro y el año anterior ganó plata.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
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Viernes 12 Julio, 2019
HORA: 12:00 AM
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