Reactivación de la infraestructura vial

Alternativas

En la sesión de abril del Programa de Actualización Económica de Ecoanálisis tuvimos una detallada participación del Sr. ministro de Obras Públicas y Transportes, don Rodolfo Méndez. Su presentación y mi conocimiento personal en las cualidades como administrador público de don Rodolfo me dejaron entusiasmado y confiando en que logrará una gran reactivación de la infraestructura vial de nuestro país.

Conocí a don Rodolfo durante la administración de don José Joaquín Trejos cuando pude colaborar con él desde su posición de director general de Vialidad (creo que así se llamaba el cargo). En ese tiempo la Oficina de Planificación elaboraba los presupuestos y trabajamos juntos en lograr que se pudieran acometer grandes obras al tiempo que se reducía el presupuesto para revertir la situación deficitaria de las finanzas públicas que se había heredado.

Desde entonces lo admiro.

Posteriormente pude aumentar mi aprecio por sus dotes para planificar y ejecutar obra pública cuando llevó a cabo la gran construcción de infraestructura del gobierno de don Rodrigo Carazo y dejó planeado el seguimiento de la planificación vial, que 20 años atrás había elaborado el ministro Espíritu Santo Salas durante la administración de don Mario Echandi.

Mi admiración siguió creciendo por sus gestiones como diputado dos veces y con cargos ministeriales durante el gobierno del presidente Calderón Fournier.

Claro que mi mayor gratitud con don Rodolfo es por su extraordinario desempeño durante mi administración, cuando se logró recuperar la estructura vial del país que estaba en pésimas condiciones de mantenimiento, se estableció y financió una institucionalidad para procurar la continuidad de esas tareas, se realizaron estudios y se concesionaron muy importantes obras que desdichadamente algunas aún están pendientes, y se inició el esfuerzo por la sectorización del transporte público que -para infortunio de los habitantes del Área Metropolitana- no se continuó.

La inversión pública sufre y sufrirá serias limitaciones financieras mientras no se acabe de ajustar el gasto corriente del gobierno y hasta que no se reactive la economía nacional. Eso limita las posibilidades actuales de ejecutar obra pública. También le toca al Sr. ministro lidiar con una institucionalidad que se ha deteriorado y debe vérselas con los procedimientos de control que a causa de ese mismo deterioro se han implementado, y que terminan de entrabar las acciones administrativas.

Pero por las condiciones y experiencia de don Rodolfo confío en que sus proyecciones se llevarán a cabo.

De ser así, grandes obras pendientes desde hace 20 años podrán concluirse, o al menos quedar muy adelantada su ejecución. Algunas de ellas mediante procedimientos que ya estaban preestablecidos pero que han requerido una importante intervención del Ministro para acelerarlas, como son los casos de la carretera Río Frío-Limón; la nueva ruta a San Carlos incluyendo la punta sur; la Interamericana Norte desde Cañas a Barranca y el fideicomiso para la carretera a San Ramón.

Otras mediante nuevas alianzas público-privadas como la ampliación de la Autopista Castro Madriz, y las rutas San José-Cartago y San José-Río Frío. Para facilitar la ejecución en las rutas San José a San Ramón y San José a Cartago se está trabajando en la solución de algunas obras impostergables que facilitarán el uso de las vías actuales, disminuirán el costo de los peajes futuros y facilitarán los trabajos de ampliación. Esto de manera similar como actuamos hace 20 años con la construcción de los cinco puentes mayores de la Autopista José María Castro Madriz.

Otras obras que se estarán ejecutando son la sustitución por pasos a nivel de tres rotondas en la Circunvalación Este (Garantías Sociales, Guadalupe y La Bandera); obras urbanas para dar funcionabilidad a la sectorización del trasporte público de pasajeros; pavimentación de 1.000 kilómetros de vías cantonales con las municipalidades y de 600 kilómetros de vías nacionales actualmente de lastre.

Esta inversión vial daría trabajo a uno de los segmentos de la población con mayor tasa de desocupación, alentaría la producción nacional por su impacto directo y por la disminución de costos para industria, agricultura y servicios y mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos agobiados por las presas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 15 Abril, 2019

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Ángel Rodriguez