El Ministerio Público informó la detención de un exoficial de la Policía Municipal de Santa Cruz identificado como Johel Córdoba Núñez, a quien señalan como sospechoso de la desaparición de su esposa Odalia Ramírez Barrantes, hechos ocurridos en noviembre anterior que podrían tratarse de un nuevo femicidio.
El 18 de noviembre del 2018 familiares de Odalia reportaron al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que no sabían el paradero de la mujer.
Durante casi 3 meses no se tuvieron noticias de la fémina, pero el miércoles Johel llegó a las oficinas del OIJ para ponerse a las órdenes de los judiciales.
El hombre manifestó conocer datos de la desaparición de su cónyuge, por lo cual se confirmó la muerte.
Horas después la Fiscalía logró que se le dictara prisión preventiva mientras se investiga la situación.
“El sujeto se presentó a la delegación del OIJ de la zona, donde mencionó que está anuente a colaborar con las autoridades.
De inmediato quedó detenido como el principal sospechoso, por lo que fue remitido a la Fiscalía, donde se seguirá la investigación en su contra”, explicó el departamento de prensa de la institución.
CELOS Y CRIMEN
Lo que indicó el exoficial es que una fuerte discusión, al parecer por celos, terminó con el ataque que aniquiló a la mujer durante la medianoche del 18 de noviembre.
No se cuentan con detalles del paradero del cadáver de Odalia, pero se presume que el agresor buscó algún sitio recóndito para desaparecer la evidencia.
Una de las hipótesis de las que se habla Santa Cruz es que el cuerpo fue lanzado al Puente La Amistad y los cocodrilos lo devoraron, pero la versión la analizan los agentes de Homicidios que se encargan del caso.
“La pareja tuvo una discusión tras la cual, al parecer, Johel Córdoba la habría asesinado, a las 12 p.m. (17 de noviembre) se tuvo conocimiento por última vez de la ofendida.
Al día siguiente, los familiares interpusieron una denuncia por desaparición en el Organismo de Investigación Judicial”, acotó la Fiscalía.
PIDIÓ AYUDA
El misterio y la zozobra se concentran en localizar el cuerpo, pero hasta el momento no se sabe si el supuesto asesino dio alguna pista.
El 20 de noviembre Johel compartió en su muro de Facebook una publicación donde pedía ayuda desesperadamente para encontrar a su pareja.
Muchos santacruceños le bridaron apoyo, pero nadie sospechó que sería el homicida.
“Buenos días a todos, con todo respeto quiero pedirles la colaboración para poder encontrar a esta persona que es para mí muy especial, por más mínimo que sea la información se les agradece”, escribió el exuniformado en su cuenta de la red social.
PADRE DENUNCIÓ
Siete días después del mensaje del ahora acusado, el padre de Odalia conversó con El Periódico del Pueblo como parte de una publicación de la pandemia de casos de mujeres desaparecidas que alcanzó por esa fecha las 4.055 denuncias desde 2013.
Don Raúl Ramírez recordó cuando la vieron por última vez.
“Fue por el mercado municipal como a la 1 p.m. y le dijo a su pareja (el exoficial) que iba a tomarse dos cervezas con una amiga, quien se quedó esperándola, luego de que el pasado sábado la liquidaran del trabajo en un supermercado chino”, adujo.
Pese a los detalles que compartió la familia, en apariencia los judiciales hicieron poco o nada para establecer la responsabilidad del esposo en el caso de la fémina.
Trascendió que los parientes de la víctima dudaron del expolicía municipal y así se lo hicieron ver a los agentes del OIJ en Santa Cruz.
“Tenían casi 2 años de relación, el hombre no quería irse de la casa y la versión que él mismo da es que se bañó y le dice que se dirige donde una amiga, vistiendo un short de mezclilla y una blusa negra.
No me consta nada, a mí no me engaña, ella no es sumisa, la gente quiere hacer daño y trata de ocultarse, solo yo sé cómo está ella, no queremos ni ver el teléfono”, explicó María Antonieta Ramírez, hermana de Odalia.
En menos de 24 horas al exoficial le dictaron 6 meses de prisión preventiva y no es la primera vez que tiene problemas con la justicia.
También en noviembre anterior lo detuvo la sección de Fraudes del OIJ por cobrarles mordidas a los dueños de locales que no cumplían con las reglas de patentes, tanto administrativas como municipales, y les exigía a cambio de su silencio botellas de finos licores o dinero.
Este caso refleja el deficiente abordaje de las autoridades que subestiman los casos de desaparición de mujeres.
Consideran que en la mayoría de las denuncias la femenina huye de la casa, pero en el asunto del expolicía este pensamiento le valió al agresor salirse con la suya hasta que decidió entregarse.
PERIODISTA: Gustavo Retana
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Viernes 15 Febrero, 2019
HORA: 12:00 AM
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