Dos incendios forestales de escala considerable causan estragos en la provincia de Guanacaste en este inicio de año, lo cual hace prever que la estación seca de 2019 estará saturada de trabajo para los bomberos.
El primero se produjo el 3 de enero en la Reserva Tempisque, donde 37 hectáreas fueron pasto de las llamas, y el otro caso se atendió la noche del miércoles porque al menos 20 hectáreas se quemaron en las cercanías del puente La Amistad, sobre el río Tempisque, en una labor que duró 15 horas.
“En esta época aumenta la velocidad de los vientos y eso ayuda a la propagación del fuego. En este momento es lo que se teme, que la velocidad del viento con la temperatura de la zona colabore como un ente para la propagación del fuego”, explicó Manuel Pérez, jefe de la Estación Central de Bomberos.
En 2018 se registraron 25 incendios forestales a gran escala, lo que llevó a que se perdieran más de 5.000 hectáreas de vegetación, así como fauna en bosques y zonas protegidas.
“El año pasado lamentablemente se produjeron 25 incendios forestales, cubriendo un área aproximada de 5.500 hectáreas dañadas por el fuego. Se proyecta que si sigue en esa línea vamos a tener más daños en la naturaleza y más áreas afectadas”, agregó.
EN 98% DE LOS CASOS
PERSONAS TIENEN CULPA
El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) detalla que el 98% de los incendios forestales son provocados por el ser humano, quien comete errores simples que la naturaleza paga a un costo muy caro.
A las personas se atribuyen quemas de desechos o de lotes que en ocasiones se tornan en fuegos fuera de control y afectan grandes territorios, así como vidrios que están en el suelo y con la reflexión de la luz solar prenden una llama sobre alguna planta, así como el lanzamiento de chingas de cigarros y fogatas de cazadores.
El fuerte viento que suele soplar en estas zonas y la sequía en Guanacaste hacen que las plantas estén secas, propiciando que un incendio se propague en segundos.
EL NIÑO YA LLEGÓ
El fenómeno El Niño traerá una elevación de las temperaturas de hasta 2 grados en el Pacífico Norte y tendrá una extensa duración.
“Se prevé que al menos hasta junio del año entrante el fenómeno esté activo. La previsión es que al menos la primera parte de la estación lluviosa del otro año todavía estemos bajo impacto de este fenómeno”, comentó Werner Stolz, jefe de pronóstico del Instituto Meteorológico Nacional.
La estimación es que en el periodo de febrero a abril las temperaturas golpearán más duro al país en general. En algunas regiones subirán 1 grado y en otras hasta 1,5.
Aun así, el impacto que tendrá El Niño en 2019 y 2020 será menor a la afectación que dejó entre 2014 y 2017, cuando la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) invirtió más de ¢16.000 millones.
“Tenemos las correlaciones entre la intensidad del fenómeno en sí en el mar y la afectación de temperaturas en déficit y en lluvias también, así que por lo menos estamos previendo que el fenómeno sea moderado”, añadió el experto.
¢5.200 MILLONES
La CNE presupuestó ¢5.200 millones para el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a fin de minimizar el impacto de El Niño. Esta cartera recibirá el dinero para distribuirlo en las zonas de mayor riesgo y así lograr que los cultivos y los animales se mantengan en buen estado.
“Si esos impactos no los podemos atender con los presupuestos que se han asignado en la fase preventiva, entraremos a una fase de primer impacto, que es donde usamos recursos del Fondo Nacional de Emergencias”, indicó Alexander Brenes, presidente de la CNE.
En la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) consideran que esa cantidad de dinero es baja, pero la culpa no es de la CNE, sino de los trabajadores de las zonas que no se prepararon para amortiguar las consecuencias del fenómeno climático.
“Incendios forestales y sequías siempre habrá, más bien llovió más a final de año que en otros años. El que se quiso preparar, hacer pacas y estar listo va a salir adelante, el que no hizo nada, igual que siempre, va a tener que ver qué hace”, manifestó Juan Rafael Lizano, presidente de CNAA.
Añadió: “El Estado no puede cubrir lo que no hacen los productores. Perfectamente pueden producir su pasto, sus pacas de heno, sostener su posibilidad de mantener su ganado y esa plata va a servir posiblemente para traer, como se hizo el año pasado, mucho desecho de piña, mucho desecho de naranja, que es lo que más se usa en esos momentos”.
PAACUME APROBADO
El proyecto Ley 20.645 le permite al gobierno utilizar 113 hectáreas de la Reserva Biológica Lomas Barbudal para el Proyecto Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del Río Tempisque y Comunidades Costeras (Paacume), cuyo objetivo es proveer agua a Nicoya, Santa Cruz y Carrillo mediante la creación de una represa y canales.
Actualmente se espera que el Banco Centroamericano de Integración Económica gire el crédito de $425 millones para que empiecen las obras y se concluyan a finales de 2022. Por ahora no empiezan.
PERIODISTA: Alejandro Monge
EMAIL: [email protected]
Sábado 12 Enero, 2019
HORA: 12:00 AM
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