La situación de Puerto Caldera está igual que 12 años atrás, antes de que se concesionara la operación de los servicios portuarios, pues está saturado y colapsado, mientras que los puestos de atraque y desatraque de barcos no dan abasto para el tamaño de buques que deben ser atendidos.
Entre los problemas que afronta la terminal portuaria está que se requieren más puestos de atraque y de mayor profundidad, al menos 14 metros, para atender barcos de mayor calado.
Así lo manifestó Juan Ramón Rivera, presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Puertos del Pacífico (Incop), quien agregó que a la lista de problemas se suma el hecho de que Puerto Caldera registra serios atrasos en la atención de los buques, en especial los graneleros.
Este puerto lo administran Sociedad Portuaria de Caldera y Sociedad Portuaria Granelera de Caldera, las cuales están integradas por cuatro concesionarias. La primera es la empresa chilena Saam, que tiene el 51% de las acciones y se encarga de dar los servicios portuarios. Le siguen las costarricenses Comercializadora RyS con el 21% y Logística de Granos con el 19%, mientras que el 9% restante es de MyH Inversiones de Colombia.
“Ya hay atrasos importantes en Caldera en la espera de los barcos, pero también tenemos problemas de que ya los barcos resultan chiquitos para el puerto. Tenemos problemas de calado, del tamaño de los barcos y de espera, o sea el puerto está a casi como hace 12 años, cuando se dio de la concesión, solo que con el doble de la carga”, explicó.
ESPERA DE 5 A 6 DÍAS
Sobre los tiempos de espera en bahía para la atención de buques, Rivera dijo que dicha situación es variable, pues los portacontenedores esperan menos, pero los más afectados son los graneleros, cuyo tiempo de espera es de 5 a 6 días, dependiendo de la carga.
En este sentido indicó que la autoridad portuaria del Pacífico costarricense cometió el error de no hacer las previsiones años atrás para hacer frente a la demanda y situación actual.
“Incop cometió un error que fue no haber previsto hace unos cinco años lo que iba a pasar, el no haber proyectado el crecimiento de la carga y decir que en el 2018 el puerto va a estar saturado y hay que hacer algo. Muy a lo tico estamos resolviendo el problema que ya tenemos. Estamos corriendo, pero esperemos que lo podamos resolver para los próximos 30 años”, detalló.
Datos de la Sociedad Portuaria de Caldera apuntan que entre agosto de 2006 y el 31 de diciembre de 2017 Puerto Caldera pasó de atender un promedio de 17 a 57 barcos por año para un incremento del 235% y se pasó de 7.200 a 16.706 toneladas métricas anuales de productos que traen los graneleros para un incremento en la productividad del 132%.
SAAM INTERESADA EN AMPLIAR
Sobre la inversión requerida para las nuevas obras, Rivera la calculó entre $300 millones y $400 millones. Reconoció que la concesionaria mayoritaria Saam está interesada en hacer las obras, por lo que a principios de diciembre le presentará un planteamiento oficial al Incop.
“La concesionaria, consciente de que el puerto ya está colapsado o topado en su capacidad, hizo primero un estudio de previsión de carga y luego una propuesta técnica de cómo se podría ampliar el puerto para suplir las necesidades de ya y del futuro. Ese estudio no lo conocemos todavía.
Estuve en Chile con la alta dirección de la concesionaria Saam que tiene la mayoría de las acciones de Sociedad Portuaria y me dijeron que a más tardar la primera semana de diciembre me iban a presentar una propuesta formal de qué estarían tratando de hacer para eventualmente renegociar la concesión”, declaró.
Rivera añadió que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) contrató la realización de un plan maestro, a fin de determinar las necesidades de Puerto Caldera y cuya parte sustantiva estaría lista a final de año.
El plan maestro lo elabora el consorcio holandés-tico conformado por la empresa Arcadis y la compañía Camacho y Mora.
Al preguntarle por qué una renegociación y no una ampliación de contrato respondió que existen varios problemas por valorar.
“Ellos tienen una concesión de obra pública de servicio que no prevé grandes inversiones y tiene un máximo de 20 años. Ellos tienen el contrato, ya llevan 12 años y les quedan ocho años; o sea, esa concesión no se podría alargar más y lo más que se le podría dar son ocho años”, explicó.
Indicó que buscan una figura legal para hacer una “buena negociación tanto legal como técnicamente”. Esperan conocer lo que indica el plan maestro y ver si las dos cosas calzan, “y sobre todo, si vamos a renegociar se haría pensando en unos 25 o 30 años, algo parecido con lo que se hizo en Limón con la Terminal de Contenedores de Moín.
“No es un secreto que el comercio mundial se ha trasladado del Atlántico al Pacífico y los índices mayores de crecimiento los vamos a tener por el Pacífico.
No es que el primero vaya a perder mucho el protagonismo, sino que el segundo está creciendo más rápido que el primero, ya que el comercio con Europa poco a poco va disminuyendo y va aumentando con Asia”, finalizó.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
CRÉDITOS: Foto: Cortesía Incop
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Jueves 08 Noviembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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